(Hay que negociar, hay que entenderse.)
PP y
VOX deben negociar y entenderse con alturas, saliéndose del marco
discursivo de sus adversarios y de sus potentes altavoces mediáticos y
centrándose en el mandato emanado de las urnas.
Aún
están a tiempo, y no lograr ese objetivo dejaría a ambos en una
delicada situación ante los extremeños y, también, ante millones de
españoles atónitos por este enfrentamiento que no se justifica siquiera
por la cercanía de las Elecciones Generales y el temor a que la absurda
«alerta antifascista» se redoble: España no tiene un problema con la
inexistente extrema derecha, un invento de una izquierda extrema que,
además de ser muy cierta, gobierna la Nación.
(EDit. El Debate/22/6/2023.)
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