LA VERDAD DE LAS EMPRESAS PÚBLICAS.
Quizás la primera medida en el sector público español en estos momentos de profunda crisis económica y de recesión que vivimos sea, precisamente, ajustar los gastos a la caída de los ingresos para superar nuestro déficit público, recortar nuestra deuda pública y poner en marcha iniciativas de fomento del empleo y de estímulo de la economía. Éstas son las primeras reformas y las primeras actuaciones, en materia económica, que debería realizar, de forma inmediata, el Gobierno que preside Zapatero.
Probablemente, estamos ante la crisis fiscal más profunda de nuestra historia. Cada Administración Pública ha perdido un tercio de sus ingresos, especialmente en la tributación indirecta. En el año 2009 hemos conocido la mayor desviación presupuestaria de nuestra historia. Nunca se habían desviado tanto ni los ingresos ni los gastos, un 25% los primeros y un 20% los segundos. Nunca las cuentas públicas han tenido un error de cálculo mayor. Y lo que es mas grave, esto nos ha llevado a un déficit publico que ni siquiera en la época del Solbes más profundo, el del año 93, se acercaba al actual (entonces llegó al 7%, ahora hemos superado el 11%).
Sin embargo, mientras tanto, nuestras autonomías, especialmente, siguen creando empresas públicas sin ningún objetivo definible como de “interés público o general” y las que sirven a esos conceptos realizan actividades que podrían ser realizadas por la iniciativa privada. La creación de empresas públicas por parte de las CCAA se ha utilizado de manera sistemática para escapar a los límites del endeudamiento que tienen impuesto las autonomías por la legislación vigente. Y, también, para colocar a un sinfín de asesores, personal de confianza política, familiares, amigos, militantes del partido correspondiente, etc. Éstos son los motivos reales.
Emilio Álvarez es economista-auditor de cuentas. (Factual).
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