(Se puede ver la cara de Mariano ante la escalada secesionista de la Generalidad. ¿Hará algo más, aparte de poner cara de acojonado?
Si se queda como don Tancredo, hay que echarle. Políticos populares, tenéis un gran responsabilidad histórica. Podéis ser bendecidos o maldecidos. Depende de si ponéis por delante el interés de España, o el interés de vuestro sillón, silla o similares.
Es vuestra decisión. Es vuestra responsabilidad.)
ESCALADA SECESIONISTA DE LA GENERALIDAD.
En su empecinamiento secesionista, la Generalidad sigue día tras día con una obstinación digna de mejor causa. Artur Mas está convencido de que nada impedirá que la consulta soberanista se celebre a lo largo de 2014. Para que todo esté perfectamente dispuesto, el Ejecutivo catalán se está volcando en la logística y preparación del referéndum y destinará una partida de los presupuestos del próximo año a comprar urnas, cabinas y los materiales precisos.
A poco tiempo de celebrarse el próximo día 11 la Diada, donde está prevista una cadena humana en apoyo del separatismo, la Generalidad incrementa las acciones dirigidas a que pueda tener lugar la consulta. Por si cupiera alguna duda, esta partida presupuestaria viene a confirmar que Artur Mas no juega de farol en el órdago soberanista que le ha lanzado al Gobierno, al Estado y a todos los españoles. Poco le importa al señor Mas y a sus socios de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) que la consulta sea completamente ilegal y atente de manera directa contra la Constitución votada por todos los ciudadanos.
La añagaza retórica del “derecho a decidir” no engaña a nadie, pues ese supuesto derecho solo es el deseo de imponer la decisión de unos pocos a la mayoría. Cataluña es una parte de España y no puede plantear un referéndum separatista de manera unilateral, envolviéndose en una retórica victimista que esconde una intención totalitaria.
Haría mejor el señor Mas en darse la misma prisa con que ha querido fijar una partida para el referéndum en solucionar los muchos problemas y agobio financiero que tiene Cataluña. Mientras que, por ejemplo, se ha detectado que hay malnutrición en más de 50.000 niños de la Comunidad Autónoma por los recortes, al señor Mas no le duelen prendas en gastarse el dinero en el delirante sueño de la secesión.
Y haría también bien el Gobierno de la nación en coger de una vez por todas el toro por los cuernos en este desafío que no va a parar. Si no se toman medidas ya, y no exclusivamente jurídicas -no es de recibo que el dinero de todos los contribuyentes españoles financie un proyecto secesionista-, el reto irá subiendo de temperatura hasta que llegue un momento en el que la decisión que haya que tomar frente a él resulte sumamente difícil y de consecuencias indeseables e imprevisibles. Es imperativo que los partidos con vocación de representar a toda la ciudanía articulen una respuesta política común ante el reto nacionalista.
(edit. El Confidencial)
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