ARTUR MAS: 7 FRAUDES.
Esta candidatura unitaria es la «operación Mascarada» de Artur Mas, su modo de disimular quién es y aparentar lo que no es. Su intento desesperado de sumar lo insumable, su ficción de ser muchos porque sabe que son pocos, el recurso de hacer bulto para parecer mayoría y de enjuagar sus culpas en la inocencia de los otros. Es su última farsa para aferrarse al poder a costa de una Esquerra infantil y prepolítica.
Mas sabe que crea rechazo y que el independentismo no es
mayoritario; y ha creado una candidatura para engañar en estos dos
aspectos a los catalanes. He aquí sus siete principales fraudes.
1. Mas va cuarto pero es el presidenciable.
El único objetivo de Mas es mantenerse en el poder y sabe
que es uno de los personajes que más rechazo crea en la izquierda
independentista. Por ello se esconde tras las caras más amables -y a la
vez más grotescas- del llamado proceso, para continuar mandando sin
pasar por las urnas. Una candidatura sin Mas al frente pero con él como
única alternativa. Pero podría salirle mal porque el comunista Romeva se
está creciendo y ya ha dicho que «no está escrito en ninguna parte que
Mas tenga que ser presidente». Hay partido y el «president» es gafe.
2. Se llaman juntos y están todos peleados.
Esta candidatura no ha sido fruto de un pacto entre
personas de buena voluntad que han renunciado a sus personalismos por el
objetivo común de la independencia, sino una claudicación de Esquerra
causada por la falta de valentía política de su líder. Junqueras se
arrodilló y Mas le pateó hasta sacarle la última gota de sangre. No es
el pacto que querían ni la dirección ni las bases de ERC, ni las juntas
directivas de Òmnium y de la ANC. Fue el pacto que David Madí, la única
mente pensante de la política catalana -aunque está retirado y dedicado a
la empresa privada- cocinó y ejecutó para una vez más salvarle la vida
al presidente de la Generalitat cuando todo lo tenía perdido.
3. Estructuras de Estado prometidas desde 2012.
Las estructuras de Estado se han convertido en la metáfora
de la estafa del proceso. Prometidas y hasta explicitadas en el acuerdo
de legislatura que ERC y CiU suscribieron en 2012, no sólo no se han
realizado sino que las dotaciones que les han ido asignando en los
distintos presupuestos han sido ridículas.
4. Partidos mermados en las encuestas electorales.
La «radicalidad democrática» que Mas reclama es otra de sus
mentiras. Primero porque la democracia se basa en respetar la Ley y
segundo porque no existe una mayoría de catalanes dispuestos a pagar el
precio de independizarse de España. Por ello dice Mas que en las
elecciones del 27-S «contaremos diputados y no votos». En las últimas
encuestas, Convergència perdía 15 diputados y ERC se quedaba como cuarta
fuerza. Como suele pasar con mentirosos y mediocres cree que sólo
ganará haciendo trampas.
5. Prometer el imposible: la separación gratis de España.
Prometer una separación gratis de España, sin dolor y sin
que afecte a la permanencia de Cataluña en la Unión Europea, es
pensamiento mágico, trilerismo o estupidez, y a estas alturas uno ya no
sabe qué es más grave. Los independentistas de buena voluntad creen,
porque así se lo han inculcado, que la consecución de la independencia
será como ganarle una Champions al Madrid y que con lo que España nos
roba, cuando seamos un Estado, lo tendremos todo pagado.
6. Ponen de cabeza de lista a un antiamericanista.
A pesar de que la comunidad internacional ha repetido una y
otra vez que Cataluña es un asunto interno de España, el Gobierno
catalán y sus periodistas subvencionados no se han cansado de deslizar
que «lo tienen hablado» con los Estados Unidos y con Israel, y que a la
hora de la verdad «nos ayudarán». Puestos en el delirio de creer que
pudiera ser esto cierto no parece razonable poner a Romeva de líder de
la candidatura que tiene que ser el espejo en el mundo de las ansias de
Cataluña; Romeva es partidario del bloqueo a Israel, comunista y
antiamericanista, actitudes que han llevado al mundo libre a la miseria y
a la muerte.
7. Lluís Llach, diputado; Guardiola para no salir.
En una demostración más de la inconsistencia política de
este proceso, se ha tenido la ocurrencia de que Lluís Llach sea diputado
por Gerona. Un comunista sin escrúpulos y sin piedad, que le puso una
querella a Felipe González por entrar en la OTAN, y que recientemente,
en su cuenta de Twitter, comparó Gaza con Auschwitz, es la persona con
la que el independentismo quiere quedar bien en el extranjero y
dignificar el Parlamento catalán. Una cosa es que a los raritos como yo
nos gusten sus canciones y la otra que lo convirtamos en referente
intelectual y en representante de las instituciones.
Dice mucho del compromiso de Guardiola con la causa que se
presente para no salir; y es también indicador de lo que se puede
confiar en Romeva, que haya anunciado que si no gana no será ni
diputado.
No hay en un desfile de modelos menos idea de la verdad ni vanidades más desbordadas.
(Salvador Sostres/ABC)
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