(Estos ejemplos que pueden leer más abajo, ayudan a entender, un poco más, la victoria electoral de Trump. De cada vez más gente esta harta de las mentiras de los políticos- del establishment- de los impuestos cuasiconfiscatorios que machacan a los ciudadanos, aparte de la frustración de las personas y sectores perjudicados por la globalización.
Sea como sea, esta continuada mentira para tratar de esconder el fracaso de la inmigración descontrolada, pasará factura. Tal vez ya la pase este año. En las elecciones que se celebrarán en Holanda, Francia y Alemania. Todo esto al margen de la rabia que muchos ciudadanos sienten ante unas autoridades que no les protegen porque no es políticamente correcto. Es más, tratan de ocultar los delitos sexuales cometidos por los inmigrantes.
No es razonable pensar que pueda terminar bien.)
EUROPA SE ENCAMINA AL ENFRENTAMIENTO.
La primera vez, el año pasado, Gobierno, policía y grandes medios se conjuraron en Alemania en un intento de ocultar que, durante
las celebraciones callejeras de Nochevieja en varias grandes ciudades
del país, se habían cometido cientos de delitos sexuales
protagonizados por los recién llegados -los supuestos 'refugiados'
procedentes de Oriente Medio y Alemania que tan amablemente había
invitado Angela Merkel a instalarse en Alemania- y
sufridos por mujeres nativas. Solo la insistencia de innumerables
testigos en redes sociales obligó a prensa y policía, días después, a
reconocer el desliz y pedir perdón.
Este año no ha hecho
falta censura o complot algunos: se ha informado, el medio que lo ha
hecho, como de pasada y con cierta indiferencia, sin sembrar la
universal indignación del año pasado.
Como quería el primer ministro
francés, Manuel Valls, con el terrorismo, Europa parece haberse hecho a
la idea de que esta explosión de los asaltos sexuales por parte de los inmigrantes recientes es 'la nueva normalidad', una tradición más de estas entrañables fiestas.
Hablando
de Francia, el parte oficial sobre la noche fue que "transcurrió sin
incidentes dignos de mención" (Ministerio del Interior: "La nuit de la
Saint-Sylvestre s’est déroulée sans incident majeur"), una forma que
hasta hace muy poco sonaría irónica para describir una velada en la que
se habían quemado más de mil coches y se habían detenido a 454 personas,
a pesar de una presencia militar -100.000 soldados en las calles-
propia de un país ocupado.
Pero el plato fuerte de la noche se
sirvió en Alemania y en su vecina Austria, pese a los precedentes y al
estado de alerta de las autoridades. En Viena, la ciudad que se decantó
por el proinmigracionista Alexander van Bellen en la reciente
repetición de las elecciones presidenciales, los servicios de emergencia
se vieron colapsados por llamadas de todo el país informando de
numerosos asaltos sexuales cometidos, en repetida descripción, por
varones de tez oscura y frecuentemente barbados.
La celebración más animada se dio en la ciudad alemana de Dortmund, donde, relata Breitbart una
muchedumbre de más de un centenar de varones, al repetido grito de
"¡Alahu Akbar!", lanzaron cohetes de pirotecnia a la policía y quemaron
el techo de la iglesia más antigua de Alemania, San Reinoldo. Una vez
más, la noche fue descrita como "tranquila" en el informe policial y
como "normal" por un portavoz del Ayuntamiento. Y eso resulta más
alarmante que si hubieran exagerado la gravedad.
(Carlos Esteban/La Gaceta)
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