NO SE DEJE ENGAÑAR.
COMUNISTAS DE HOY.
Paco Frutos, Presidente del PCE, ha declarado (5/11/2009/LD)
"No celebraré la caída del Muro de Berlín. Demagogias, las justas". ‘Cuatro farsantes celebran la caída del Muro’.
El presidente del Partido Comunista, que dentro de poco dejará su cargo, se pronunciaba así sobre el aniversario de la caída del Muro de Berlín. En una entrevista a El País, arremete contra el capitalismo, al que culpa del fracaso del "modelo novedoso" que suponía la URSS.
No
muy lejos parece encontrarse Julio Anguita, antiguo secretario general
de Izquierda Unida. En una entrevista (El Semanal Digital/11/11/2006)
decía, entre otras cosas, lo siguiente:
Pregunta.
¿Qué es ser comunista hoy en día?
Respuesta.
Apostar por otra sociedad en la que se pase del reino de la necesidad al de la libertad. Para mí ser comunista hoy es trabajar continuamente para subvertir la actual sociedad con un horizonte, el cumplimiento de la solemne declaración de derechos humanos que incluye derechos sociales para los 6.300 millones de habitantes del planeta, y eso no lo resiste el sistema económico actual. Mi comunismo, aparte de ser una especie de nostalgia por una sociedad que todavía no es, es un imperativo a luchar continuamente por cambiar la actual. en eso soy absolutamente fiel a Marx'.
Primero.
Parece, porque Anguita no lo explica, que el paso a 'la libertad' tiene que ver con la ampliación de los derechos sociales a los 6.300 millones de habitantes del planeta. A este respecto, recordemos que, con relación a los derechos humanos, tenemos que distinguir:
Derechos de Primera Generación: se trata, al menos básicamente, de derechos frente al Estado. Si lo comparamos con los Estados Absolutistas supone un gran avance. Se centra en los derechos a la vida, la propiedad y la libertad. Pero frente a la visión individualista y economicista de estos derechos de Primera Generación, aparecen los Derechos de Segunda Generación. Se trata, al menos básicamente, de derechos de participación, de derechos de igualdad. ¿Cuál es su objetivo? Limitar la visión individualista y economicista de los anteriores derechos. Ejemplo, el derecho a las vacaciones, a la sanidad, a la educación, etcétera. Se trata de derechos que tratan de regular o limitar el mercado y dar ciertas prestaciones sociales que dicho mercado que no proporciona, necesariamente.
Derechos de Tercera Generación: Mientras que los primeros limitan la presencia del Estado permitiendo un marco de libertad individual, y los segundos exigen la presencia del Estado para conseguir ciertos derechos sociales que el mercado, por sí solo, no puede conseguir, los terceros tienen que ver con la responsable utilización de los recursos naturales, tratando de evitar daños irreparables para la humanidad, presente o futura. Cualquiera de las tres generaciones de derechos plantea problemas, pero este último es, probablemente, el más conflictivo ya que no basta con anunciar catástrofes ambiéntales para que estén científicamente acreditadas.
Bien ¿a qué se refiere Anguita? ¿Quiere decir que todos estos derechos sociales estarán mejor garantizados y materializados en una sociedad comunista? Los ejemplos históricos nos muestran lo contrario. La antigua Unión Soviética fracasó rotundamente. China está en claro proceso (que inició más o menos en 1978) de convertirse en una sociedad de mercado. En Corea del Norte se mueren de hambre, mientras su líder político produce armas nucleares. En Cuba, además de pobreza, hay presos de conciencia, o sea, desprecio por la libertad ajena.
Segundo.
Anguita dice que quiere 'subvertir' la sociedad actual y en otro momento que la quiere 'cambiar'. ¿Lo quiere hacer por medios pacíficos o violentos? Dado que afirma que es ‘absolutamente fiel’ a Marx, recordemos una cita suya:
'el arma de la crítica no puede sustituir a la crítica de las armas, la fuerza material debe ser derribada por la fuerza material, pero la teoría se convierte también en una fuerza material tan pronto como se adueña de las masas' (Crítica de la filosofía del derecho de Hegel, 1884).
Pregunta.
¿Qué es ser comunista hoy en día?
Respuesta.
Apostar por otra sociedad en la que se pase del reino de la necesidad al de la libertad. Para mí ser comunista hoy es trabajar continuamente para subvertir la actual sociedad con un horizonte, el cumplimiento de la solemne declaración de derechos humanos que incluye derechos sociales para los 6.300 millones de habitantes del planeta, y eso no lo resiste el sistema económico actual. Mi comunismo, aparte de ser una especie de nostalgia por una sociedad que todavía no es, es un imperativo a luchar continuamente por cambiar la actual. en eso soy absolutamente fiel a Marx'.
Primero.
Parece, porque Anguita no lo explica, que el paso a 'la libertad' tiene que ver con la ampliación de los derechos sociales a los 6.300 millones de habitantes del planeta. A este respecto, recordemos que, con relación a los derechos humanos, tenemos que distinguir:
Derechos de Primera Generación: se trata, al menos básicamente, de derechos frente al Estado. Si lo comparamos con los Estados Absolutistas supone un gran avance. Se centra en los derechos a la vida, la propiedad y la libertad. Pero frente a la visión individualista y economicista de estos derechos de Primera Generación, aparecen los Derechos de Segunda Generación. Se trata, al menos básicamente, de derechos de participación, de derechos de igualdad. ¿Cuál es su objetivo? Limitar la visión individualista y economicista de los anteriores derechos. Ejemplo, el derecho a las vacaciones, a la sanidad, a la educación, etcétera. Se trata de derechos que tratan de regular o limitar el mercado y dar ciertas prestaciones sociales que dicho mercado que no proporciona, necesariamente.
Derechos de Tercera Generación: Mientras que los primeros limitan la presencia del Estado permitiendo un marco de libertad individual, y los segundos exigen la presencia del Estado para conseguir ciertos derechos sociales que el mercado, por sí solo, no puede conseguir, los terceros tienen que ver con la responsable utilización de los recursos naturales, tratando de evitar daños irreparables para la humanidad, presente o futura. Cualquiera de las tres generaciones de derechos plantea problemas, pero este último es, probablemente, el más conflictivo ya que no basta con anunciar catástrofes ambiéntales para que estén científicamente acreditadas.
Bien ¿a qué se refiere Anguita? ¿Quiere decir que todos estos derechos sociales estarán mejor garantizados y materializados en una sociedad comunista? Los ejemplos históricos nos muestran lo contrario. La antigua Unión Soviética fracasó rotundamente. China está en claro proceso (que inició más o menos en 1978) de convertirse en una sociedad de mercado. En Corea del Norte se mueren de hambre, mientras su líder político produce armas nucleares. En Cuba, además de pobreza, hay presos de conciencia, o sea, desprecio por la libertad ajena.
Segundo.
Anguita dice que quiere 'subvertir' la sociedad actual y en otro momento que la quiere 'cambiar'. ¿Lo quiere hacer por medios pacíficos o violentos? Dado que afirma que es ‘absolutamente fiel’ a Marx, recordemos una cita suya:
'el arma de la crítica no puede sustituir a la crítica de las armas, la fuerza material debe ser derribada por la fuerza material, pero la teoría se convierte también en una fuerza material tan pronto como se adueña de las masas' (Crítica de la filosofía del derecho de Hegel, 1884).
Es
decir, aunque en Marx no haya una exaltación explícita de la
violencia, parece claro que no desestima el uso de la misma para
'superar' a la sociedad capitalista.
Aunque no hay un sólo Marx (lo que sucede con todos los pensadores), creía que el dinero era una forma de alienación y que todas las relaciones económicas eran formas alienadas de intercambio. Es decir, formas degradadas. Pero la superación de la alienación humana no se conseguirá solamente por medio de la crítica filosófica. De ahí que la violencia sea un ingrediente de esta 'subversión' de la sociedad actual. Por supuesto, si se puede conseguir sin violencia, mucho mejor.
Ahora bien, los marxistas moderados (cambio sin violencia) son una especie de socialdemócratas que pretenden conseguir mejoras sociales en la propia sociedad de mercado. Es decir, con el modo de producción del enemigo. Por su parte, los marxistas radicales, creen que la 'verdadera libertad y la verdadera democracia' se consiguen solamente en una sociedad sin clases. Dado que el poder capitalista no se dejará 'subvertir' por las buenas, habrá que ir a las malas. O sea, violencia liberadora. Los marxistas radicales serían los auténticos, porque transmiten la buena nueva de la 'verdadera libertad', imposible de conseguir en una sociedad de mercado.
Tercero.
¿Como se consiguen estas maravillas de las que habla Anguita? O sea, libertad auténtica a precios razonables. En realidad, no la han conseguido nunca. Tomemos el ejemplo de China y La India. Especialmente a partir de los años ochenta, empezaron a tener crecimientos económicos espectaculares gracias al abandono de las políticas económicas socialistas y la aceptación de la economía de mercado. Por supuesto que hay pobres y que hay desigualdades, pero muchísimo menos que en el paraíso comunista. La realidad es que en ambos países ha aumentado la riqueza, hay menos pobres y el nivel medio de bienestar ha aumentado.
Es cierto, no han conseguido el paraíso comunista. Pero es que no existe. Una de las grandes mentiras de la izquierda, en general, y de los comunistas, en particular, es comparar países reales (las sociedades de mercado actuales) con paraísos ideales. Es obvio que siempre ganan ellos. La realidad siempre es peor que la idealidad. Para el que quiera corroborar este hecho puede leer, 'El libro negro del comunismo' , dirigido por Sthepane Courtois (CNRS).
Cuarto.
El colectivismo, en general, reprime el mérito, la propiedad privada y el triunfo personal, perjudicando gravemente las motivaciones de la gente para trabajar más y mejor. Vinculado al colectivismo está la eliminación de estímulos materiales y la pérdida de competitividad, que facilita el fracaso económico que todos conocemos.
Aunque no hay un sólo Marx (lo que sucede con todos los pensadores), creía que el dinero era una forma de alienación y que todas las relaciones económicas eran formas alienadas de intercambio. Es decir, formas degradadas. Pero la superación de la alienación humana no se conseguirá solamente por medio de la crítica filosófica. De ahí que la violencia sea un ingrediente de esta 'subversión' de la sociedad actual. Por supuesto, si se puede conseguir sin violencia, mucho mejor.
Ahora bien, los marxistas moderados (cambio sin violencia) son una especie de socialdemócratas que pretenden conseguir mejoras sociales en la propia sociedad de mercado. Es decir, con el modo de producción del enemigo. Por su parte, los marxistas radicales, creen que la 'verdadera libertad y la verdadera democracia' se consiguen solamente en una sociedad sin clases. Dado que el poder capitalista no se dejará 'subvertir' por las buenas, habrá que ir a las malas. O sea, violencia liberadora. Los marxistas radicales serían los auténticos, porque transmiten la buena nueva de la 'verdadera libertad', imposible de conseguir en una sociedad de mercado.
Tercero.
¿Como se consiguen estas maravillas de las que habla Anguita? O sea, libertad auténtica a precios razonables. En realidad, no la han conseguido nunca. Tomemos el ejemplo de China y La India. Especialmente a partir de los años ochenta, empezaron a tener crecimientos económicos espectaculares gracias al abandono de las políticas económicas socialistas y la aceptación de la economía de mercado. Por supuesto que hay pobres y que hay desigualdades, pero muchísimo menos que en el paraíso comunista. La realidad es que en ambos países ha aumentado la riqueza, hay menos pobres y el nivel medio de bienestar ha aumentado.
Es cierto, no han conseguido el paraíso comunista. Pero es que no existe. Una de las grandes mentiras de la izquierda, en general, y de los comunistas, en particular, es comparar países reales (las sociedades de mercado actuales) con paraísos ideales. Es obvio que siempre ganan ellos. La realidad siempre es peor que la idealidad. Para el que quiera corroborar este hecho puede leer, 'El libro negro del comunismo' , dirigido por Sthepane Courtois (CNRS).
Cuarto.
El colectivismo, en general, reprime el mérito, la propiedad privada y el triunfo personal, perjudicando gravemente las motivaciones de la gente para trabajar más y mejor. Vinculado al colectivismo está la eliminación de estímulos materiales y la pérdida de competitividad, que facilita el fracaso económico que todos conocemos.
Por
otra parte, está la obsesión comunista por el control, lo que redunda
en la eliminación o desvirtuación de las asociaciones civiles, propias
de las sociedades democráticas. Y la eliminación de la libertad de los
individuos, admirablemente expuesta en la película ‘La vida de los
otros’.
A
pesar de todo, si es usted un buen comunista, tiene que creer que todo
esto representa la 'verdadera libertad y la verdadera democracia'.
Pasaré por alto las declaraciones de Paco Frutos. Se califican por sí
solas.
Últimas noticias.
José Luis Centella, elegido nuevo Secretario General del PCE, en sustitución de Paco Frutos, ha dicho: ‘No tenemos que pedir perdón por nada’.
Noviembre 2009.Sebastián Urbina.
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