EL MATONISMO DE PODEMOS.
(Lo sorprendente es que esto sorprenda. Lo que muestra la preocupante inmadurez política que hay en España.
Ahora resulta que muchos se sorprenden del matonismo de un grupo de mentalidad totalitaria como Podemos, cuyos modelos políticos son la Cuba de Fidel y la Venezuela de Chavez.
Y eso que no tienen el poder.
¿Qué esperaban?)
EL MATONISMO DE PODEMOS.
Estallido contra el matonismo de Podemos: "Escribir sobre ellos te exige ser un héroe"
Los periodistas han dicho 'basta' al acoso continuado de Podemos y se ha armado la marimorena.
(ld)
ESCRACHE A LA PRENSA.
A los periodistas les presionan los políticos, algunos empresarios, los
presidentes de clubes de fútbol, los anunciantes y a veces hasta los
directivos de sus propias empresas. Hay ministros, barandas autonómicos y
alcaldes que delegan la coerción en esos lucas brasi que son por
voluntad propia ciertos agrandados jefes de prensa. Éste es un oficio en
el que el vecino se siente autorizado a dictarte lo que debes escribir
cuando te encuentra en el descansillo de la escalera. El periodismo es un ejercicio de libertad
que exige piel dura para conllevar la presión que está en su
naturaleza. Deberían enseñar a aguantarla en las facultades y escuelas.
El
surgimiento de las redes sociales ha dado lugar a una modalidad más
incómoda de coacción que se ampara en el anonimato y en la masa. La
tendencia autoritaria de los populismos se sirve de las nuevas
tecnologías para desarrollar su técnica de intimidación patotera. Los
hinchas se constituyen en yihad contra los cronistas críticos y algunos
líderes y partidos se han especializado en incitar al linchamiento moral
de los profesionales independientes mediante oleadas de insultos y
consignas que tratan de amilanarlos en su conciencia.
En este dicterio
organizado destaca Podemos, que desde su nacimiento dedica numerosos
recursos materiales y humanos a utilizar internet como una sofisticada
arma de guerra. Sus comandos tuiteros lanzan auténticos blitzkriegs
contra los informadores que no siguen los dictados de cabecera. El
problema es que no se trata de la típica protesta de los políticos
cabreados y siempre ansiosos de ganar influencia, sino de un plan de
acoso a los medios estructurado como una estrategia.
El asunto ha
llegado a un extremo en que la Asociación de la Prensa de Madrid se ha visto obligada a dar amparo a las quejas.
Si le organizaron un ciberescrache navideño a Errejón, que es o era de
los suyos, qué no les importará hacer con quienes no pertenecen a su
cuerda.
En éste como en tantos otros ámbitos, Podemos
está enseñando desde el principio su modelo; no cabe reprocharles falta
de transparencia. Todos los proyectos de poder totalitarios se reflejan
bien pronto en su trato con la prensa. Los populistas latinoamericanos,
inspiradores del partido morado, han amenazado siempre la libertad de
información, bien desde el hostigamiento chavista, bien incluso con
leyes censoras como la del ecuatoriano Correa. En esto también se
parecen a Trump, mal que les pese la referencia.
Su concepto de la
democracia pasa por la represión de las ideas. Quienes los apoyan de
buena fe no podrán decir que no sabían lo que nos espera.
Por lo demás, ya indicó el maestro Montanelli, siempre tan
rotundo, que la independencia de un periodista -ante su empresa, ante la
política, incluso ante el público- debe ser confiada «alle palle».
Pelotas. Cuestión de tenerlas o de serlo. La diferencia es lo que vale
(Ignacio Camacho/ABC.)
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