Y votarán otras opciones. De esas que llaman 'populistas'. Veremos lo que sucede. Pero lo actual es insoportable.)
NOS ENGAÑAN VILMENTE.
Enrique de Diego Villagrán es un periodista y ensayista español, licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.
Ser español en España no compensa, es una
ruina. El español está siendo obligado a trabajar para financiar a los
extranjeros, y eso es un hecho objetivo. El español está siendo
esquilmado en su propia nación. En España es mucho
más rentable ser inmigrante ilegal, especialmente marroquí o argelino.
Siendo inmigrante ilegal en España se puede vivir bien y, desde luego, mucho mejor que en los países de origen.
1.- En la Comunidad Valenciana basta con
llevar empadronado un año en cualquier municipio de la región para
cobrar una paga de 532 euros. Si se trata de un matrimonio con hijos, la
paga se eleva a 775 euros. Pero, además, se accede
a subvenciones al alquiler (250 euros mensuales), más beca de comedor,
plaza en una escuela infantil y, por supuesto, sanidad gratis. Todo ello
sin haber contribuido nada. Valencia imita la línea seguida por
Navarra.
2.- En Vascongadas, un integrista
recientemente condenado a 3 años y medio cobraba la Renta de Garantía de
Ingresos, 625 euros más 250 euros de alquiler de vivienda: 875 euros
mensuales que dan para un pasar, mientras se prepara
una masacre. Los siguió cobrando desde su detención hasta su ingreso en
prisión, para que no pasara penurias. El encarcelamiento no nos sale
tampoco rentable, pues el coste por recluso es de 22.375 euros anuales.
Con el dinero de las ayudas sociales, se puede
hacer turismo: Redouan Bensbih murió combatiendo en Siria mientras
seguía cobrando la ayuda, de la que vivían él y su familia en Marruecos.
Siguió cobrando después de muerto, pues el dinero lo retiraba un amigo.
3.- En Cataluña, la creciente comunidad
marroquí vive en el 80% de las ayudas sociales. Cuando en vez de
ingresarlas en el banco se envió al domicilio un cheque nominativo,
resultó que 7.000 perceptores vivían en Marruecos. Una
especie de jubilación anticipada con 600 euros del contribuyente
español. Un auténtico chollo.
4.- En la Comunidad de Madrid, el 76% de
las ayudas a alquiler del año 2016 fueron destinadas a extranjeros,
preferentemente marroquíes y argelinos. Y, por supuesto, las más
elevadas: entre los 1.000 y los 2.000 euros. Al parecer,
los madrileños españoles no viven de alquiler y no precisan ayudas.
5.- En España el extranjero no necesita
trabajar, puede vivir cómodamente del contribuyente: cien mil
extranjeros cobran pensión no contributiva. Es decir, que nunca han
contribuido ni han trabajado. Toda una ciudad de tipo medio
como Segovia o Guadalajara, subvencionada.
6.- A los inmigrantes ilegales les sale muy
rentable el delito. Como hemos visto, siguen cobrando la ayuda social
hasta ingresar en prisión, incluso si son terroristas islámicos, y en la
cárcel siguen viviendo del contribuyente.
Mientras en 1975, la población reclusa en España era de 8.000,
prácticamente todos españoles, ahora se eleva a 60.175, de los que
17.147 son extranjeros, de los cuales el 25% marroquíes, que también
contribuyen a los programas de sucesos con el 18% de los
asesinatos.
7.- Esa población extranjera reclusa nos
cuesta 406 millones de euros anuales. Además, la llamada violencia de
género es una lacra a la que contribuyen poderosamente los extranjeros,
pues en 2016 el 45% de los asesinatos de ese
tipo fueron cometidos por inmigrantes. En lo que va de 2017, aportan el
80%. La población inmigrante, en proporción, es 6 veces más violenta
que la española.
8.- Si un inmigrante okupa la casa de un
español, resulta muy difícil desalojarle, pues los servicios sociales se
ponen de su parte y eso representa gastos judiciales. Una familia de
Fuenlabrada ha sido denunciada por una familia
marroquí que ocupó su casa. Al volver de vacaciones, se encontraron que
se había cambiado la cerradura. El juzgado aún no ha determinado.
9.- Ser inmigrante ilegal es tan rentable,
que en Pakistán cobran 6.000 euros por el pasaje a España. A cambio, los
hijos sobrantes podrán vivir de las ayudas sociales.
10.- Los inmigrantes legales e ilegales
reciben, además, comida gratis en las parroquias, en Cáritas y en los
comedores sociales. Y pueden retirar en la Seguridad Social gran
cantidad de medicamentos con los que hacer negocio en
sus países de origen. Recientemente, una familia marroquí moría
aplastada por la ropa atesorada en su casa para venderla en Marruecos.
11.- Los imames cobran más, por no
trabajar. En Vascongadas, el imam de Vitoria, acusado de pederastia,
cobra 1.000 euros mensuales. Ahora están siendo colocados en el sistema
educativo como profesores, pagados por el contribuyente.
12.- Con tanto beneficio y ayuda, a los
inmigrantes en España les sale rentable la natalidad, pues reciben
ayudas añadidas. En España ya han nacido 436.066. El 16% de los
inmigrantes son menores de 16 años. Los más prolíficos son
los de Nigeria (19%), Marruecos (18%), China y Argelia (16%). Los
porcentajes son relativos al total de la población de esa nacionalidad.
13.- Si quieren optar a la nacionalidad
española, les resulta fácil y cómodo: los sudamericanos la consiguen a
los 2 años, los ‘refugiados’ a los 5 y el resto, a los 10. Todos los
niños de matrimonios marroquíes nacidos en España
pasan automáticamente a ser españoles, porque Marruecos no les reconoce
la nacionalidad.
14.- Ser inmigrante ilegal en España es un
auténtico chollo. Se vive mucho mejor en España sin trabajar que en el
país de origen trabajando. Es lo que explica que cada año recibamos
30.000 rumanos, cuando en Rumanía el paro es del
7,5%, mucho menor que en España.
El español, por el contrario, si es
autónomo tiene difícil cobrar cualquier tipo de subsidio. Ha de pagar
impuestos, como el de la renta, patrimonio, sucesiones. Ha de pagar
tasas de todo tipo y pagar a precios muy elevados la electricidad.
Sus propiedades son igualmente penadas con el IBI. Sus coches con el
impuesto de circulación.
Y eso que una nación no sólo es el
plebiscito de los siglos, como decía Ernst Renan, sino también un
patrimonio que se ha ido acumulando a través de generaciones:
carreteras, caminos, edificios públicos, catedrales, iglesias,
ayuntamientos,
cuarteles. Gary Becker, Premio Nobel de Economía, proponía que el
inmigrante pagara una cuota de entrada, como se hace en un club privado,
cuyos socios han ido generando un patrimonio. Los inmigrantes no han
contribuido a nada de eso. Lo han hecho generaciones
de españoles que ahora son penalizados para mantener a los extranjeros.
A todo esto, que suena bastante a estafa y a
suicidio colectivo, le han puesto la vitola de solidaridad. Desangrados
a impuestos, los españoles no van a tener ni pensiones: en la hucha
quedan 15.020 millones, insuficientes para
pagar la extraordinaria de diciembre. Y eso para los que ya están. Para
los que vienen, no quedará nada.
No se necesita saber mucho de economía para
entender que el ser inmigrante en España está incentivado, mientras el
ser español resulta altamente gravoso. Al no ser rentable ser español
autóctono, cada vez serán menos y tenderán
a extinguirse, mientras al ser mucho más rentable ser inmigrante,
incluso ilegal, cada vez vendrán más. Cuestión de incentivos. Es un
proceso de sustitución demográfica primado constantemente desde las
instituciones públicas. La cuestión es quién va a financiar
a los extranjeros y a los nacionalizados en el futuro. ¿Asaltarán todas
nuestras casas, como la de la familia de Fuenlabrada?
Señor extranjero, usted primero, por favor.
Y esto señores no es discurso de odio, son datos reales.
4400 marroquíes cobran la renta básica en Euskadi, casi 3 millones de euros al mes.
También hay 5 estadounidenses, 4 australianos y 1 de la Antártida.
(Recibido por internet.)
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