miércoles, 10 de mayo de 2017

SE HUNDEN Y SIGUEN IGUAL

 SE HUNDEN Y SIGUEN IGUAL.






Temor, pánico en algunos casos, que entre las candidaturas contrarias ha generalizado la expresión de que"si gana Pedro Sánchez, el PSOE ha muerto. Se acabó, no habrá día después", según las fuentes consultadas por este diario. 

No explicitan si habrá una baja generalizada de militancias por parte de los dirigentes derrotados -la inmensa mayoría de los barones y cargos actuales del partido-, pero sí recalcan que "la integración será una broma" y que "la batalla será encarnizada" desde las primarias del 21 de mayo hasta el Congreso del 17 al 18 de junio, cuando deben elegirse los órganos de dirección del partido.

(ld.) 




DUELO DE ENTERRADORES.
 
Las primarias del PSOE no son una lucha para determinar quién será el próximo presidente del Gobierno de España, sino una batalla intestina de la que surgirá un nuevo cargo orgánico: el secretario-sepulturero. Zapatero hundió al PSOE y Pedro Sánchez lo llevó a una situación que ya es irreversible. No tanto por los batacazos monumentales de las tres últimas citas con las urnas como por la fijación de Sánchez en convertir al PSOE en un Podemos duchado, artefacto ideológico que el candidato a las primarias parece defender con sincera convicción.

En su último mítin de campaña, Sánchez amenazó a la Iglesia Católica con crujirla a través del cobro del IBI y a la derecha española con la creación de una Comisión de la Verdad, cuya mera denominación ya expele un tufo a cheka como para ir pidiendo asilo en el consulado más cercano. Para completar el cuadro y no dejar ningún flanco al descubierto, los teloneros del aspirante a enterrador, destacados dirigentes socialistas a su vez, esgrimieron las habituales acusaciones de los podemitas cuando entran en éxtasis mitinero, con dedicatoria especial a la gestora del PSOE, a la que acusaron de estar realizando todo tipo de prácticas mafiosas.
Como se puede ver, el debate de ideas en las primarias del PSOE está en un nivel extraordinario gracias a Pedro Sánchez, que, eso sí hay que reconocerle, está sabiendo llevar en todo momento la iniciativa.
 
Los votantes socialistas, desde Zapatero, comparten mayoritariamente las barbaridades de Podemos y Sánchez está dispuesto a darles lo que quieren. Lo más probable es que, llegado el momento de acudir a las urnas -las de verdad-, se decanten por el original, pero ese es un problema que se afronta mucho mejor desde la Secretaría General, con el sueldo garantizado para varias legislaturas.

Lo que no pudo la corrupción económica del felipismo lo ha conseguido la corrupción ideológica del zapaterismo, cuya impronta es innegable en este tramo final del PSOE, condenado a convertirse en poco más que un partido regionalista de Andalucía, comunidad autónoma que, eso sí, seguirá gobernando hasta el final de los tiempos. De eso ya se encarga el PP andaluz.

(Pablo Molina/ld.)

3 comentarios:

Arcoiris dijo...

Lo que demuestra lo peligrosos que son aquellos imbéciles que están convencidos de que poseen la verdad, opuestos a quienes ponen en cuestión sus criterios, quienes aceptan que pueden comulgar con el error, que puede haber otras respuestas. Las masas prefieren a los primeros; son sus flautistas. Les seguirán hasta el precipicio. De otra parte, ignoro el grado de incompetencia del PP en el panorama político andaluz. Lo que me parece meridianamente claro es que controlando educación y propaganda se puede uno morir de éxito aunque, p. ej., se doblen las tasas del paro heredadas del franquismo.

Arcoiris dijo...

P. D.: Por lo demás, si al final se hunde definitivamente, no derramaré ni una lágrima por la desaparición de un partido que no ha hecho nada relevante en favor de mi país, antes al contrario. Por ejemplo, y admito que puedo estar mal informado, sin PSOE quizás no habría habido guerra civil y sin PSOE, muy probablemente, no habría accidentes ferroviarios políticos que nadie deseamos.

Sebastián Urbina dijo...

Me temo que tiene razón.