domingo, 27 de enero de 2019

MORALMENTE SUPERIORES







MORALMENTE SUPERIORES.

Enero 2019. El PSOE se echa «a las barricadas» contra la investidura de Juanma Moreno, del PP. Fleta autobuses y asistirá a la protesta, porque el futuro gobierno ha «blanqueado a la extrema derecha».

Grupos feministas se concentran ante el Parlamento andaluz en la investidura de Moreno. Para "cerrar el paso al patriarcado, al fascismo y al racismo".

Estas manifestaciones y protestas ante un Parlamento por no poder formar gobierno, muestra una despreciable y preocupante actitud antidemocrática. Recordemos que, en 2012, Javier Arenas (PP) ganó las elecciones andaluzas con 50 diputados, pero Cayo Lara de IU, utilizó sus escaños para que no gobernara el PP. Lo hizo el PSOE. No hubo manifestaciones ante el Parlamento.

 

Dejemos a un lado el enorme dolor socialista por perder el sillón/dieta/subvención.  

¿Cuál es la excusa de estos manifestantes de izquierdas para gritar su rechazo a un gobierno andaluz con todos los requisitos democráticos? La excusa es que el futuro gobierno de PP,Cs y Vox, ‘ha blanqueado a la extrema derecha’.  

Hablar de ‘extrema derecha’ es hablar de una expresión mágica, como ‘facha’ o ‘machista. ¿Qué significa ‘mágica’? Que sólo nombrar estas palabras provoca reacciones agresivas en mucha gente, sin necesidad de argumentar nada.

Pondré el ejemplo de un experimento conocido. No se refiere a seres humanos sino a perros. Pero dejo muy claro- aunque no hay peor sordo que el que no quiere oír- que no pretendo comparar a las multitudes que se han manifestado ante el Parlamento andaluz, con los perros de Pavlov. En absoluto.

Vayamos al experimento. Pavlov, quería demostrar que puede condicionar respuestas entrenando a un ser vivo para que reaccione de forma automática ante un estímulo repetitivo. Pavlov, experimentó con perros. Hacía sonar una campana antes de alimentarlos y así los condicionó para relacionar dicho sonido con la acción de comer. Pavlov decía que la respuesta de los perros era condicional, es decir, dependía del contexto que lo rodeaba. No un simple reflejo.
 
Sea como sea, ¿son aplicables estos- u otros- condicionamientos a los humanos? Los humanos tenemos la capacidad de escoger: podemos negarnos a hacer lo que nos están imponiendo/sugiriendo, si no nos motiva el resultado previsible, o no termina de parecernos bien. Moralmente o prudencialmente. Aunque sea difícil no seguir al grupo, si uno decide meterse dentro.

Recordemos lo que decía un experto en comunicación y propaganda, P.J. Goebbels, ministro para la Ilustración Pública y Propaganda del Tercer Reich:Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad’. En realidad, no es que se convierta en una verdad, es que mucha gente termina creyendo que lo es.
¿Y es esto aplicable a los manifestantes ante el Parlamento andaluz? Para responder a esto debemos prestar atención al contexto.  

Los socialistas- con las excepciones de rigor- quieren que, en vez de los padres naturales, sea la escuela estatal la que eduque a los niños, incluso en moralidad. A pesar de lo que dice el artículo 27.3 de nuestra Constitución: ‘Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones’.

La izquierda siempre ha desconfiado de la familia natural porque siempre ha sido un reducto frente al poder del Estado. Las familias naturales han sido intensamente manipuladas- prensa, propaganda y miedo- por los sistemas totalitarios- nazi y comunista- y ha ido bajando la presión- sin desaparecer- con la socialdemocracia. Puede verse el desprecio de la izquierda actual por la escuela privada y concertada. Si a esto añadimos que la gran mayoría de los medios de comunicación son progres, el condicionamiento ‘de progreso’ es palpable. 

 En España más que en otros países. La dominante culturilla progre- con el silencio cobarde de la derecha- ha conseguido, por ejemplo, que no quede bien nombrar ‘España’. Mejor diga ‘este país’, y así no será sospechoso de ser de derechas. Tararear el himno nacional ya es de derecha extrema.

Además, la izquierda- excepto los más inteligentes y honestos- cree que es moralmente superior. Que están situados en el lado bueno de la Historia. Esto da un enorme subidón. Da igual que usted sea un ignorante que pasa de informarse bien, de leer buenos libros, de reflexionar con calma, y escuchar los argumentos del ‘otro’. ¿Para qué? Ser de izquierdas le sitúa en un púlpito laico. ¡Facha el que no bote!

Consecuencia. ¿Cómo se atreve la derecha- insolidaria, especuladora y corrupta- a gobernar? ¡Es intolerable! Si, al menos, la derecha fuese una derecha meapilas, como la de Rajoy, tiene un pase. ¡Pero han blanqueado a la derecha extrema! ¿Y qué es eso de la derecha extrema?

 La ‘derecha extrema’ es lo que la sectaria y mayoritaria izquierda mediática diga. El problema es – dijo Alicia – si usted puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes. El problema es – dijo Humpty-Dumpty – saber quién es el que manda. Eso es todo. (L. Carroll)

 Para esto está la Logse, Loe, y Lomce. Estas leyes socialistas no pretenden que los alumnos aprendan lo mejor de nuestra tradición occidental sino adoctrinar y eliminar las desigualdades sociales del malvado capitalismo. ¿Cómo? Igualando a la baja. De ahí que la excelencia educativa sea mal vista. Con la inestimable ayuda de La Sexta y otras televisiones de progreso.

Acabo de ver por televisión (15/1/2019) las declaraciones de Susana Díaz, respondiendo a las palabras del diputado de Vox, Francisco Serrano, que decía que era inadmisible, democráticamente hablando, que se hiciera una kaleborroka delante del Parlamento andaluz. Susana responde textualmente: ‘Lo que es una kaleborroka es justificar la violencia contra las mujeres’. En referencia a Vox. Lo que es una despreciable mentira. Pero mentir está en la tradición de la izquierda. Es la democracia social/comunista/feminista.

Ya lo dijo el insigne médico Gregorio Marañón, uno de los fundadores de la II República, con Ortega y Pérez de Ayala, aunque criticara, posteriormente, a la República por pretender ser exclusivamente de izquierdas.

Cito sus palabras: ‘Esa constante mentira, es lo más irritante de los rojos’.

Sebastián Urbina.

(Publicado en ElMundo/Baleares/27/1/2019.)

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