En las épocas medievales había derecho penal de autor. Por ejemplo, no se castigaba igual a los nobles y los que no lo eran por el mismo hecho. Y un largo etcétera. Después se hizo lo mismo con blancos y negros. Ahora el progresismo dicta que se distinga entre hombres y mujeres. Distinta pena por los mismos hechos.
El siguiente paso- está mal dar ideas, lo sé- será el que los hombre seamos culpables, de entrada, en todos los delitos. Nunca presuntos inocentes. Siempre presuntos culpables. Y tengamos que probar nuestra inocencia.
Mientras que las mujeres serán, de entrada, inocentes. Y, como dijo la viceministra C. Calvo, 'A las mujeres hay que creerlas siempre. Sí o sí'. Los jueces deben enterarse de una vez. O serán descalificados como 'machistas'. Esto es profundizar en la democracia feminista/feministo.
¡Y luego se extrañan de que VOX suba en intención de voto!)
DEMONIOS Y ÁNGELES.
Ya no hay dudas. El Tribunal Supremo (TS) acaba de blindar la desigualdad ante la ley por razón de sexo, vulnerando así uno de los principios esenciales del estado de derecho y, por tanto, del mundo civilizado.
En una sentencia publicada el pasado martes, el Pleno de la Sala Segunda del Alto Tribunal concluye que todos los actos de violencia que ejerce el hombre sobre la mujer, siempre y cuando sean pareja o expareja, "constituyen actos de poder y superioridad frente a ella con independencia de cuál sea la motivación o intencionalidad", de modo que serán calificados como "violencia de género" y, por tanto, deberá aplicarse una pena mayor de la que le correspondería en caso de que fuese mujer.
(Manuel LLamas/LD/12/1/2019.)
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