jueves, 3 de junio de 2021

LA PROPAGANDA OS HARÁ LIBRES

 

La propaganda os hará libres

Por Gabriel Le Senne

 

Nos recuerda Fernando del Pino que en el capítulo ‘El Final de la Verdad’ de su libro ‘Camino de Servidumbre’ (1944), Hayek hace la siguiente observación:

“El sentimiento de opresión en los países totalitarios es menos agudo que lo que se imagina la mayoría de personas en los países liberales, porque los gobiernos totalitarios han conseguido en alto grado que la gente piense como ellos desean que lo haga. Ello se logra, evidentemente, por las diversas formas de propaganda”.

Ya alguna otra vez hemos hablado del efecto arrastre (‘bandwagon’) y del comportamiento gregario (‘de rebaño’): el individuo tiende a sumarse a la postura que percibe como mayoritaria; se siente más seguro imitando a su entorno. “¡Si todos lo hacen!” Así si erramos, lo hacemos colectivamente y no queda uno mal, y además es lo más cómodo para evitar discusiones y lo más conveniente para ser socialmente aceptado y prosperar.

Esto explica muchas cosas, como la aceptación general de dictaduras y regímenes varios mientras duran (luego nos echamos las manos a la cabeza, “no puedo concebir cómo fue posible esa barbaridad” y tal; pues mira, por gente sin criterio propio y sin principios) o como la rapidez con que una religión es abandonada por muchos una vez pierde el favor de la mayoría.

Añade Del Pino que ante el (falso) dilema entre libertad y seguridad, muchos prefieren la seguridad, como ya ilustraba el libro del Éxodo, cuando los israelitas se quejan ante las dificultades que experimentan en el desierto:

“¡Ojalá hubiéramos muerto en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos alrededor de la olla de carne y comíamos pan hasta hartarnos (Ex. 16)!” Es decir, que frente a la incertidumbre de la libertad, los judíos preferían la seguridad de la esclavitud.”

Poco importa que esa seguridad sea sólo aparente o temporal, porque el común de los mortales tiende a considerar además exclusivamente el corto plazo, al más puro ‘Sánchez style’. Sánchez lo sabe y les da lo que desean.

Así, en su Agenda 2050 se adhiere al plan Davos de “No tendrás nada y serás feliz”. Destaca Elena Berberana del plan del Gobierno que, a partir de un cierto nivel de ingresos, dicen que "el bienestar subjetivo no se incrementa (efecto saciedad)". Y por ello sugieren quitarnos el dinero que, total, no nos hace más felices, para gestionarlo mejor (a ellos sí les hace más felices).

En este ambiente propagandístico germinan estupendamente saraos como el WomenNOW (en la edición de 2020 el nombre oficial era RESET… ¿recochineo?) que ocupa páginas enteras últimamente en el ABC, puesto que es patrocinado por el Santander -entre otros- y organizado por Vocento, con la presidencia de S.M. la Reina. En 2020 habló Gloria Steinem (famosa por citas como "La manera más segura de estar sola es contraer matrimonio" o "Si los hombres se pudieran quedar embarazados el aborto sería sagrado"), icono del feminismo, recientemente premiada con el Princesa de Asturias. Debió de hacerlo realmente bien. Este año abren fuego Carmen Calvo, la de Cabra, una directiva del Santander, por supuesto, y otra de la fundación Zuckerberg (prueba de aprobación por la autoridad competente). Luego destacan Dylan Farrow, hija adoptiva de Woody Allen (“escritora y activista por los derechos de los supervivientes de abuso sexual”, dicen), activistas del movimiento por el clima, el desarrollo sostenible, filántropas y tal.

Una de las que a priori parece más decente (“investigadora de la Universidad de Georgetown”), Kathleen Kennedy, hija de senador americano y sobrina de JFK, aparece entrevistada en el ABC bajo el siguiente titular: “hay mucha gente rica en EE.UU. dispuesta a pagar más impuestos”. Luego desarrolla: “¿Cuántas casas, coches o lanchas necesitas? ¡No puedes usar todo ese dinero!” Si están dispuestos, ¿por qué no pagan y ya está?

Mientras, parece ser que Zuckerberg posee un yate de 107 metros de eslora valorado en 200 millones de euros, y Jeff Bezos se acaba de gastar 500 millones en otro de 127 metros. Tal vez sean de esos que están deseando pagar más impuestos porque ya no saben qué hacer con la pasta. O quizás sean unos jetas que impulsan la agenda progre para beneficiarse de ella, no sé. Lo de la Kennedy se explica fácilmente cuando se ven estudios como el difundido estos días de que el 97% de los profesores de Harvard se identifican como progres (‘liberals’).

Esta ubicua propaganda impulsada por universidades, políticos, medios y grandes empresas y la desfachatez con que nos arrojan y restriegan sus cínicas mentiras recuerdan mucho al doblepensamiento de ‘1984’. La semana pasada veíamos otro ejemplo, con el Dr. Sánchez diciéndonos que el millón menos de jóvenes que tendremos en España para 2050 a consecuencia de la disminución de la población que se avecina, será una gran oportunidad, porque les podremos pagar a esos pocos jóvenes afortunados unos estudios estupendos (nivel danés), mientras los inmigrantes nos pagarán las pensiones. Los mundos de Sánchez. Pero de momento nadie ha superado a doblepensar a Yolanda Díaz: “comunismo es democracia”. La guerra es paz, la esclavitud es libertad, ya saben.

 

(MallorcaDiario/3/6/2021.)







 


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