(Líneas rojas ha ha traspasado este gobierno de Pedro Sánchez.
Hay socialistas decentes. Ahora veremos la fuerza que tienen dentro del partido. Esperemos que mucha.)
«No se puede debatir»
Una de las líneas rojas es la de la «ausencia de debate interno», lo que ha provocado que el PSOE haya mutado en un «partido totalmente cerrado donde no se puede debatir».
Otra línea roja sobrepasada es la «negación de una realidad
que sienten, no solamente muchos afiliados, sino muchos ciudadanos de
una política de pactos con Bildu y Esquerra Republicana que hace a este
partido irreconocible».
«Ya está bien de manosear la Constitución»
Juan
Antonio Ruiz-Castillo alzó la voz representando a la federación
socialista madrileña y su discurso giró en el hartazgo contra aquellos
que no dejan de «manosear la Constitución». En conversación con
El Debate, el exdiputado de la Asamblea de Madrid afirma que «el que
quiera reformarla tiene unos mecanismos para ello», e insiste «como no
quieren utilizar esos mecanismos porque, evidentemente, llevarían a un
referéndum que perderían seguro, a lo que se dedican es a manosearla y a situarse en el borde constitucional para lograr sus objetivos, sobre todo, ERC, Bildu y Podemos».
El
exdiputado madrileño teme que «de tanto manosearla van a terminar con
que la gente piense que es inservible cuando es todo lo contrario y nos
ha dado, desde mi punto de vista, cuatro o cinco décadas de de paz, de
tranquilidad y una de modernización que este país no conocía en los
últimos siglos».
«A pachas con Bildu»
Otra de las causas que provoca la irritación de los congregados en la cita es la alianza del PSOE con Bildu. Uno
de los dirigentes congregados en la comida de este sábado reconoce a
este medio que «lamenta que los que todavía siguen sin condenar los
asesinatos de ETA y sin contribuir a que se esclarezcan los más de 300
que quedan sin resolver y que seguro tienen información de sobra pues
que se esté a a pachas con ellos».
«Un partido irreconocible»
Estas tres causas desembocan en esta última cuarta que provoca que lo único que una al PSOE de antes con el actual «son las siglas» afirma un exdirigente socialista.
Sobre
qué esperan de esta reunión, uno de los asistentes reconoce a El Debate
que el propósito es «hacer un llamamiento a los dirigentes, porque
estoy seguro de que saben seguro que nos hemos reunido y quiénes lo
hemos hecho, para que, de aquí a las elecciones generales, y sobre todo
de cara a futuros gobiernos y futuros pactos tengan en cuenta esas
premisas».
Otro de los allí congregados añade que «sobre todo, que acaben con esta especie de 'yo no necesito hablar con los ciudadanos ni con los afiliados' porque lo que me interesa es seguir yo'».
Sobre
si esperan una llamada por parte de alguien de Ferraz, uno de los
exdirigentes socialistas presentes en el acto duda y afirma que «lo
mismo optan por ignorarnos». Una declaración palpable del sentir de
aquellos que contribuyeron a que el PSOE fuera un partido de estado y hoy ven cómo navega a la deriva fruto de sus estrechas alianzas.
(El Debate/27/3/2023.)
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