martes, 17 de marzo de 2009

¿CORDÓN SANITARIO?






¿CORDÓN SANITARIO?


Los resultados electorales han dado como ganador al PNV con treinta escaños. Pero esta es una victoria amarga para los nacionalistas porque, por primera vez en treinta años, las llamadas ‘fuerzas constitucionalistas’ pueden alcanzar mayoría absoluta, desalojar a los nacionalistas vascos del gobierno y formar gobierno.


Parece inevitable recordar el año 1986, cuando el socialista Benegas no quiso ser lendakari. Los socialistas fueron la fuerza política más votada y los partidos nacionalistas estaban peleados entre ellos. Pero Benegas y los socialistas vascos no se atrevieron a gobernar. Como si los nacionalistas fuesen los ‘amos naturales’ de la Vascongadas y les correspondiese el poder por una especie de ‘derecho natural’.


Benegas no se atrevió a dirigir la nave política en aquel 30 de Noviembre de 1986, pero dijo unas palabras que ahora parece repetir Patxi López: "Habrá que hablar con todos y trabajar para un gobierno estable".


Si los socialistas (tanto por parte de López como por parte de Zapatero) conectasen con la mayoría de los españoles, no habría lugar a tantas dudas. Si los socialistas tuviesen como objetivo preferente y prioritario derrotar a los terroristas, desalojar a los nacionalistas del poder (después de treinta años) y mejorar la angustiosa y humillante situación de los vascos no nacionalistas, acosados por el nacionalismo/terrorismo, no habría lugar a dudas.


El problema es que estos objetivos no son preferentes y prioritarios para los socialistas. Por eso hay dudas y regateos y largas conversaciones. De momento, Patxi López dice que, con él, se ha terminado el enfrentamiento, el rifi-rafe. ¿Qué quiere decir? Supone que el Partido Popular está enfrentado a los nacionalistas y no sabe hacer nada más que crear tensiones. En cambio, el socialismo de Patxi nos traerá la paz, el acuerdo, el consenso.


Pero ¿qué paz, qué consenso? Se supone que, en política, hay cuestiones de principio y otras que no lo son. Un político que merezca tal nombre ha de saber distinguir entre una cosa y otra. Se puede hablar, ceder y consensuar en multitud de cuestiones. Pero no en los principios. Por ejemplo, los padres vascos que quieren escolarizar a sus hijos en castellano tienen grandes dificultades o, directamente, no pueden hacerlo. Algo parecido a lo que sucede en Cataluña. Estamos ante la grave violación de un derecho fundamental. ¿Consenso? ¿De qué consenso habla?


La pregunta es si, dados los antecedentes, podemos confiar en que Patxi López se va a comportar como un defensor de las libertades ciudadanas o, por el contrario, tratará de satisfacer ‘a todos’. Esta es una pretensión ridícula que, incluso, Patxi es capaz de percibir. No puede satisfacer a todos y él lo sabe. ¿Qué hará?


¿Adoptar decisiones que puedan tener el apoyo del PNV (aunque sea después de ‘intensas negociaciones’) y dejar fuera al Partido Popular? El PNV es un partido soberanista independentista. Hasta Patxi lo sabe. ¿Qué consensos pretende conseguir? ¿A quién pretende engañar? Patxi es el que sustituyó a Nicolás Redondo, una vez que éste fue defenestrado por Felipe González. ¿Qué hizo Nicolás Redondo? Trató de hacer lo mismo que ahora deseamos la mayoría de ciudadanos que haga Patxi. Trató de formar gobierno con Jaime Mayor, del Partido Popular. ¡Horror! ¡Con los fachas! Y le dieron una patada en el trasero.


Con esta historia, resulta difícil creer que López quiera un gobierno constitucionalista con PP y UPyD. Pero no le culpo sólo a él. Si haciendo lo que hacen les votan, ¡qué más da! El objetivo es mantenerse en el poder a toda costa. Y los apoyos del PNV los necesita Zapatero en el Parlamento español.


No, la responsabilidad no es sólo de los políticos como Patxi, Zapatero y demás camaradas. La responsabilidad está en la gente que les vota. En fin, esperemos el milagro y que no se repita lo de 1986. ¿Un gobierno estable con el PP, al que ha demonizado con el Pacto de Tinell? ¿Romperá Patxi el ‘cordón sanitario’?

Últimas Noticias. El PNV califica de "agresión política" un posible pacto (‘antinatura’, lo llaman) entre PSE, PP y UPyD. Continuará.



Sebastián Urbina.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Son muy graves las declaraciones del Lendakari Ibarretxe, cuando ha asegurado que los nacionalistas seguirán dirigiendo el País Vasco y lo peor es que tiene razón. Hay que acometer trasformaciones firmes y profundidad, para poder desenquistar al PNV y abertzales en general, de las instituciones vascas. El PSE no tiene capacidad ni cojones para hacerlo y el PP sin María San Gil, menos. ¿Quién pondrá el cascabel al gato en una sola legislatura? ¿Cómo se acomete la reforma de la Ertzaina, pnvlizada hasta la náusea? Si no existe un verdadero consenso de alcance nacional, entre los dos partidos mayoritarios, será imposible. Lástima que Rosa Diez no se haya convertido en la llave de todo el tinglado vasco. Algo se hubiera podido hacer. Veremos, decía un ciego.

FERNANDO SANTAYANA