miércoles, 18 de marzo de 2009

ZP, PROGRESO SIN REGRESO.

Publicado el 17 Marzo, 2009 |(MD)

Vivimos aún la resaca del varapalo que el flamante Premio Nobel de Economía y mago/guia de la nueva administración del progresista Obama ha dado a ZP. Casi logra lo imposible: despertar a nuestro Zapatero de su sonambulismo económico. Krugman nos ha desmontado –si es que quedaba alguien que se lo creyese- de las fantasías económicas de ZP. Nada de campeones financieros, ni hemos superado a Italia en nada y mucho menos hablar de que somos una amenaza para Francia.

«Sus precios y sus salarios no son los que les corresponden”. Ha sentenciado el economista de cabecera de Obama. “Tienen que bajar un 15% respecto a sus competidores y será más fácil la salida si ellos no los bajan a su vez. Pero si lo hacen, prepárense para una larga recesión. El ajuste no es posible con una devaluación, así que sólo queda la caída de costes y precios inflados antes por el boom de la construcción y el endeudamiento masivo». Es decir que según Krugman hay que bajar los salarios para abaratar los costes y lograr que nuestra economía sea más competitiva gracias a precios más bajos. ZP por supuesto no quiere ni oír hablar de semejante idea que pondría a los sindicatos en la calle y a él ante una huelga general.

Pero también hay deberes para los gobiernos, Krugman pide un plan de estímulo fiscal coordinado. Para Krugman, la coordinación internacional que se está llevando a cabo entre los países para salir de la crisis “no es la apropiada”, y, si en Estados Unidos se está haciendo “poco” para paliar la situación, en Europa se está haciendo “menos”. Otra receta que ZP no quiere emplear. Ni hablar de bajar los impuestos y disminuir las posibilidades de gastar y gastar. Krugman no lo sabe, pero además en España habría que racionalizar el gasto público, no hay necesidad alguna de recorte de gasto social, lo que hay que recortar es el derroche que suponen las autonomías y el dinero que bajo la etiqueta de cultura y otros inventos se dilapida en financiar la propaganda encubierta de los partidos políticos.

Además es preciso, y aquí los deberes corresponden a empresarios y gobierno: incrementar nuestra productividad, basándola en un “modelo productivo para lograr una economía más innovadora y competitiva”. La pega aunque Krugman lo ignore, es que en España chocamos con una cultura empresarial que se empezó a forjar en el final del franquismo y con la transición, y se consolidó en la era de Felipe González, basada en el pelotazo, el amiguismo político, el oportunismo especulativo y muy poco en el esfuerzo y en la inversión responsable para garantizar un crecimiento a largo plazo. Porque si los trabajadores se tienen que apretar el cinturón y sus salarios se tienen que congelar, los empresarios deben hacer lo mismo y dedicar sus beneficios a inversiones que consoliden ese crecimiento productivo.

En todo caso, en lo que sí coincide todo el mundo, desde el progre Krugman hasta el neocon Aznar, es que lo peor que se puede hacer, es no hacer nada. Precisamente lo que ha hecho Zapatero. Primero negó la crisis, después le quitó importancia, siguió empeñado en vender que España la iba a soportarla mejor, para al final poner parches que no solucionan nada. Porque en definitiva un ZP patético, lo único que fue capaz de esgrimir ante Krugman fue su plan E. Un plan que en nada incide sobre salarios y costes, que para nada se ocupa de incentivos fiscales y que tampoco supone repercusión alguna en lograr una economía española más innovadora y competitiva . Un Plan E, que ante los analisis y soluciones que propone Krugman ya no nos parece siquiera que se escriba con e de engañabobos, sino con e de estupidez.

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