(No sé qué pasará pero, tal vez, la vida trancurra por cauces parecidos a los que sucedieron- en USA- en las elecciones que ganó Trump.
¿Y qué sucedió?
Que mucha gente- la suficiente- sin ponerse de acuerdo, se hartó de la prepotencia políticamente correcta. Se hartó del sectarismo progre de las principales cadenas de televisión que, hasta entonces, decían lo que estaba bien y lo que estaba mal.
Y seguían diciéndolo, pero mucha gente no escuchó. Sus voces de progreso se perdieron por las calles sin que nadie las recogiera. Y fueron pisoteadas por los apresurados transeuntes y los veloces e interminables coches.
¿Pasará lo mismo aquí? Tal vez. Pero ya oigo rumores en el aire.)
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