(Supongamos que usted es uno de estos grandes inversores internacionales que maneja miles de millones de euros o dólares.
¿Le daría confianza invertir en un lugar en que se desprotege a las fuerzas del orden? ¿Quién gana? Los alborotadores. Según la experiencia, alborotadores violentos.
¿Bueno para la economía? Pues eso.)
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