jueves, 15 de abril de 2021

EL COMUNISMO, MENUDA ESTAFA.

El comunismo, menuda estafa

Yolanda Díaz viene siendo ministra de Trabajo y ahora también, sustituta de Pablo Iglesias como vicepresidente tercera del Gobierno. (Digo vicepresidente, porque en la polémica reciente sobre esta palabra no puedo aceptar que usarla en referencia a una mujer sea machista, como no son machistas otros participios activos como cantante, atacante, existente... Allá cada cual con su gramática, pero lo que no procede es enfadarse con quien intente respetarla).

Total, que la Sra. Díaz, militanta del Partido Comunista Español, ha declarado en una entrevista que “el comunismo es la democracia y la igualdad”. Afirmación tan falsa y tan grave que no podemos dejarla pasar. Estamos cada día más habituados a la mentira, pero hombre.

Lo primero es conceder a la ministra el beneficio de la duda, y pensar si estaremos hablando de conceptos distintos. Acudo a la RAE, que es de lo poco que resiste al progresismo, de momento, y veo que define comunismo como “movimiento y sistema político, desarrollados desde el siglo XIX, basados en la lucha de clases y en la supresión de la propiedad privada de los medios de producción”.

No parece dejar lugar a dudas. Comunismo es lo de Stalin, Mao, Pol Pot, Castro, Kim, Chávez y Maduro, entre otros grandes ¿demócratas, Sra. Díaz? Comunismo es lo de los más de cien millones de muertos. No es ningún lapsus lo de la ministra, porque algunos de esos regímenes criminales siempre se autodenominaron democracias, como la República Democrática Alemana: la del Muro de Berlín; aquella democracia donde los ciudadanos debieron de votar que se ametrallara a quien quisiera escapar.

El mismo Pablo Iglesias dice abiertamente en un vídeo de 2014 que “hay palabras que tienen una carga valorativa positiva y otra negativa. La palabra democracia mola, por lo tanto, hay que disputársela al enemigo. La palabra dictadura no mola, aunque sea dictadura del proletariado. No mola, no hay manera de vender eso.” O sea, nos están vendiendo la moto.

En cuanto a la igualdad, qué les voy a decir. Ya saben que el comunismo, allá donde se ha aplicado, ha igualado a sus víctimas en la pobreza. ¿A todos? Hombre, a todos, todos, no: su casta dirigente ha amasado enormes fortunas robando y explotando a sus ciudadanos.

Entonces, ¿el comunismo se basa en la mentira? Sin exagerar, podemos afirmar que el comunismo es la misma mentira hecha política. Igual que la ministra dice que el comunismo es democracia y es mentira, porque donde se ha implantado, el partido y a menudo especialmente su amado líder han acaparado un poder absoluto, y sin dividir y limitar el poder no hay democracia, lo de la igualdad es un simple cebo para engañar a la masa. Excita la envidia y la avaricia de los desfavorecidos, prometiendo ayudas que supuestamente pagarán los ricos, que reducirán la desigualdad mejorando a los pobres, pero jamás el comunismo ha mejorado la situación económica de ningún país (si ha mejorado en China, es precisamente en la medida en que se han apartado del comunismo y han permitido alguna libertad económica).

El comunismo es la mayor estafa de la historia. Promete lo que sea que el votante quiera oír, pero luego sólo entrega miseria. No es más que una estratagema para hacerse con el poder. Lo increíble es que 100 años después siga colando; que después de lo ocurrido en el último siglo, sigamos teniendo comunistas. Y no uno ni dos, sino que en España tenemos multitud de partidos comunistas, algunos de los cuales hasta lo lucen con orgullo en su nombre, y hasta tenemos ahora hordas comunistas que extienden a toda España la violencia que ya llevan décadas sufriendo en el País Vasco y Cataluña.

Miren al mismo Pablo Iglesias, dando sus últimos coletazos porque ha mostrado su falsedad antes de tiempo: chaletazo en Galapagar; coche oficial con chófer y escolta multitudinaria doquiera que va. Miren su feminismo: Tania Sánchez, del estrellato a oculta tras la columna; Dilma Bousselham, de asesora a ponerle un periódico; Irene Montero, elevada a ministra; ahora se rumorea que ya habría pasado a Lilith Verstynge. Por no hablar de lo de Fernanda Freire, que cuenta que Iglesias y Monedero se valían de su condición de profesores para beneficiarse a estudiantas de apenas 18 añitos.

Por cierto, la frontera entre comunismo y socialismo es difusa; la definición de socialismo en la RAE se solapa con la de comunismo. Vean a ZP sirviendo al criminal comunista (o socialista) Maduro. Lo increíble es que todavía les crea alguien.

 

(MallorcaDiario/15/4/2021.)



 

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