(Tiene toda la razón. Todo esto es insuficiente. Lo menos que se debe hacer es un gran homenaje nacional a los golpistas catalanistas.
Han sufrido mucho y ya es hora de mimarlos. ¿Quién se puede oponer a esta demanda tan humanitaria y justificada? Tan cristiana. Solamente los fachas. Pues venga, manos a la obra. Y todo en catalán. No empecemos con la lengua del Imperio.
PD. Sugiero que Sánchez y Casado, cogidos d de la mano, griten al unísono: 'Visca Catalunya lliure!)
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