(Todo esto es progresismo. ¡Hay que ser gilipollas!)
Es decir, que en una misma localidad habrá alumnos que, perfectamente, no tengan una sola hora del idioma común que se habla en toda España.
Por tanto, a pesar de que el Tribunal Supremo ha sido tajante en este aspecto, Baleares piensa seguir el mismo camino que la Generalitat de Cataluña.
Y ese sendero no es otro que incumplir las sentencias judiciales y animar a los directores y a los docentes a rebelarse contra la impartición de clases en castellano y apostar por la inmersión lingüística.
(Juan Velarde/PeriodistaDigital/15/1/2022.)
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