Proyectos despreciables
Leí, en Mallorca Diario, un
interesante y preocupante artículo de José A. García Bustos, ‘No serás
dueño de nada, pero serás feliz’. ‘Es la predicción que para 2030
hicieron en 2016 los poderosos en el Foro de Davos. Es lo que llaman el
Gran Reinicio. Dijeron que todos los productos pasarán a ser servicios y
se pagará por el uso de todo: de una casa, de un coche o incluso de la
ropa. Pero lo que no dicen es quiénes serán los propietarios a los que
pagaremos por su uso ni cuánto pagaremos por ello, siendo el precio un
factor decisivo para ser más o menos felices. Dependerá del porcentaje
que se lleve de nuestro presupuesto mensual y del esfuerzo económico que
requiera afrontarlo’.
La Historia está llena de dictadores de
todos los colores. Gentes de mentalidad totalitaria, dueños y señores de
la vida y hacienda de los súbditos. En resumen, ‘los otros’ no son
nada. Solamente son ‘algo’, si le interesa al dictador. Un repugnante
infierno.
En esta larga y sangrienta lista destacan, por
méritos propios, tres doctrinas criminales y totalitarias, el nazismo,
el comunismo y el fascismo. Las dos primeras, son las más criminales del
siglo XX, según proclamó el Parlamento europeo, en noviembre 2019. Esto
significa que eran dueños de tu vida y de todas tus propiedades, si
tenías alguna.
Pensaba, ingenuamente, que mis profundos desprecios se limitaban a
estas repugnantes doctrinas totalitarias antes citadas. Pero no. Es
cierto que, al menos de momento, estos ‘SuperPoderosos’ solamente se
limitan a comprarlo todo. García Bustos recalca que ‘todo es todo’. O
sea, están comprando a mansalva. Todo lo que se ponga por delante. ¿Qué
hay de malo en ello?
No quiero sugerir que Aristóteles tenía la
solución. No es cierto, pero me parece de gran importancia lo que dijo.
Según Aristóteles la virtud moral sería el justo medio entre dos
extremos. Dejo aparte, porque no voy a entrar en este interesante
problema, de lo que se considera ‘justo medio’.
Antes tendríamos que colocar con precisión los extremos para poder
saber dónde colocar el ‘justo medio’. Pero tenemos que saber de qué
hablamos. No hablamos de aritmética. El lenguaje moral o el lenguaje
político no son, ni pueden ser, como el lenguaje matemático. Ni como el
lenguaje de la física. Por tanto, tenemos que adaptarnos a la precisión
que el lenguaje y el objeto permiten.
Antes de seguir,
aclararé, por si el lector no lo sabe, ‘desde dónde’ escribo. Nadie
escribe ‘desde ningún lugar’, ni ‘sub specie aeternitatis’. Otra cosa es
que el que escribe prefiera ocultar, o disimular, ‘desde dónde
escribe’, o supone que el lector ya lo nota. Concuerdo con el economista
K. Galbraith, ‘No votamos entre buenos y malos sino ente malos y
peores’. Por supuesto, hay que decidir (deseable que sea de manera
justificada) quién es el ‘malo’ y quién es el ‘peor’. Para mí, aquí y
ahora (no sé lo que pasará en el futuro) la izquierda realmente
existente es peor que la derecha realmente existente.
Por eso
no creo, ni en su (falsa) superioridad moral, que le permite gobernar
con gentuza, antidemocrática y antiespañola - sin avergonzarse-, ni en
la ‘igualdad de resultados’, uno de los fracasados mantras de la
izquierda. Prefiero la igualdad de oportunidades. Aunque, esto implica
que habrá gente que- por diversas circunstancias y motivos- será más
rica y otra gente será más pobre. Aprovechará de diferente manera la
igualdad de oportunidades. La igualdad absoluta no existe.
Afortunadamente.
Todo esto no quiere decir que acepte cualquier
nivel de riqueza o de pobreza. Por eso me parece despreciable lo del
Gran Reseteo. Aunque no sea tan despreciable como las tres doctrinas
antes citadas, ya que estos ‘SuperPoderosos’ no pueden encarcelarnos o
fusilarnos, de momento.
Con palabras de García Bustos: ‘Están
comprando a un ritmo de 30 mil viviendas al año. Barrios y barrios van
pasando a sus manos. Están siguiendo la hoja de ruta prevista. De no
remediarse, en 2030 no tendremos ni casas ni nada, pasaremos a ser
inquilinos de todo y a pagar por su uso. El problema que puede darse es
el de todo monopolio: que suban precios a su antojo’.
Esto es, literalmente, horrible. ¿Por qué? Porque todas las personas e ideologías totalitarias quieren la dependencia total de los súbditos (ya no son ciudadanos) al Estado.
Ahora aparece una nueva dependencia. A los grupos ‘SuperPoderosos’.
Recomiendo la película ‘La vida de los otros’ para ver, bellamente
contada, la infernal basura totalitaria. En este caso, comunista.
Con
los nuevos sátrapas multimillonarios, es parecido, aunque no sea el
Estado el que monopolice todas las propiedades. Estos grupos
‘SuperPoderosos’- con su obsesión monopolística- muestran un intolerable
desprecio a la gente, aunque anuncien- encima recochineo- que será
feliz. Pero sin propiedades y dominada.
Unos buenos padres enseñan a sus hijos para que, en un momento dado,
sean capaces de volar libremente. Un político, realmente democrático,
quiere que la gente progrese- material e intelectualmente-, y que sea lo
más libre posible.
La gentuza totalitaria quiere todo lo
contrario. Importa relativamente poco que este nuevo grupo de ‘los
Superpoderosos’, tengan- personalmente hablando- el proyecto y la
voluntad de dominar a las personas a su antojo. Lo peor, es que las
circunstancias objetivas- en el caso de que se materializase el dantesco
proyecto que nos
dibuja García Bustos- empujan imperiosamente a
este siniestro dominio. Tendrían que hacerse grandes esfuerzos para que
no fuera así. Lo que no parece razonable suponer.
En resumen, tenemos un nuevo y poderoso enemigo de la libertad.
Aunque algunos crean que solamente los nazis, comunistas y fascistas son
los enemigos. Sin embargo, hay deshonrosas excepciones. En España
tenemos un gobierno socialista con ministros comunistas, podemitas,
golpistas y filoetarras. ¡Y dan lecciones de democracia!¡Pobre España
analfabeta!
Imagino que la fórmula para resistir este nuevo
ataque a la libertad, es parecida a la que necesitamos para las tres
doctrinas totalitarias citadas. O sea, un buen sistema educativo
(exigente y no adoctrinador) y prensa libre (no pelotas subvencionados).
Si las jóvenes generaciones salen informadas y formadas, será más
difícil que sean manipuladas. Por gobiernos, redes sociales, siervos
mediáticos, las famosas GAFAT, etcétera. No conozco medio mejor que la
formación permanente- y la información- para poder resistir el ataque
mediático de los poderosos indeseables que manipulan sin escrúpulos.
Aunque siga habiendo gente que resiste heroicamente.
20/diciembre/2021: La extrema izquierda (tipo Podemos) de Boric se impone en Chile al conservador Kast. Esta vez mandará el Estado omnipresente, que siempre ha fracasado. Pero da igual. Ya lo decía Gregorio Marañón, ‘No se convence a la gente con razones sino con emociones y sentimientos’.
Termino con unas palabras de Aldous Huxley: ‘Una dictadura perfecta tendría la apariencia de una democracia, pero sería, básicamente, una prisión sin muros, de la que los presos ni siquiera soñarían con escapar. Sería, esencialmente, un sistema de esclavitud en el que, gracias al consumo y el entretenimiento, los esclavos amarían su servidumbre’.
Pero nuestra vida no está escrita. La escribimos con nuestro esfuerzo y nuestros conocimientos. O la escriben otros por nosotros, si aceptamos el papel de miembros de un rebaño, con la servidumbre y el autoengaño incorporados.
Por eso, Pablo, es estúpido y suicida renunciar a la ‘batalla cultural’. Porque, o te sometes a la hegemonía cultural de la izquierda, o serás denigrado como antidemócrata, ultraderechista y populista. Al menos.
(MallorcaDiario/19/1/2022.)
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