Pedro Sánchez quiere convertir en delito de acoso contra las mujeres los rezos frente a las clínicas abortistas. Trata así de impedir que grupos católicos se congreguen delante de estos centros bajo la excusa de que la oración en grupo supone » hostigar o coartar la libertad de una mujer que pretenda ejercer su derecho a la interrupción voluntaria del embarazo». Así que Sánchez quiere convertir en delito «las concentraciones en las proximidades de lugares habilitados para interrumpir embarazos», porque «causan un menoscabo en la libertad».
Es sencillamente alucinante que entrar semidesnuda en una iglesia, lugar de culto, no sea delito (la Audiencia Provincial de Madrid revocó la condena impuesta por un Juzgado de lo Penal a Rita Maestre porque un «torso desnudo no tiene por qué ser ofensivo») y, sin embargo, concentrarse para rezar ante una clínica abortista tenga una condena penal.
(OkDiario/26/1/2022.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario