Según el Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (conocido como informe Pisa) España está situada en el puesto 23 de un total de 29. Y dentro de España, Baleares destaca por su fracaso escolar. Es muy grave. Se dice que una de las causas es la facilidad para encontrar un primer trabajo. Puede ser una de las causas pero no creo ni que sea la única ni la más importante. Las graves crisis sociales se deben, principalmente, a la crisis de los valores básicos. Cuando se generaliza la idea de que lo importante es pasarlo ‘chupi’ porque son dos días, que la disciplina y el esfuerzo ‘son de derechas’, que la escuela es para pasarlo bien y divertirse, que nada está ni mal ni bien porque todo es relativo, que puedo apalizar a mis compañeros e insultar a los maestros, y otras miserias, estamos nadando en la dirección equivocada. Ya se nota. ¿Seguiremos haciendo el avestruz? ¿Seguiremos, irremediablemente, hacia abajo, como las familias nobles mallorquinas que maravillosamente nos cuenta Villalonga?
En la Comunidad de Madrid (e insisto que, en poco más o menos, es extrapolable) el comienzo del curso escolar es sinónimo de insultos, amenazas, exclusión y palizas. Esto lo hace alguien. ¿Quién? Los angelitos de papá y mamá, tan mimados y superprotegidos. ‘¿Qué mi hijo-a ha hecho esto? Imposible’. Así seguimos bajando por la pendiente. Creyendo que se quiere más al hijo-a porque se le permite todo, se le justifica todo, se da la culpa a los demás.
Un camino parecido ha seguido el ‘defensor del menor’ de esta Comunidad, Núñez Morgades. Se basa en la vieja ‘teoría del reflejo’. Los estudiantes-as son un reflejo de la violencia de la sociedad. También en la televisión mallorquina tenemos ‘sabios’ así. Pero resulta que aceptar esta teoría supone eliminar la responsabilidad. De este modo, convertimos a los estudiantes-as en una especie de caracoles irresponsables. ‘Sólo soy un reflejo’. ¿ Ven como mi niño no es responsable? Es esta maldita sociedad, o los profesores, o lo que sea. Pero si no se acepta la teoría del reflejo, no podemos convertir a los estudiantes-as en irresponsables. Son responsables (en la medida que sea) como los demás participantes en el proceso educativo.
Estos ‘sabios del reflejo’ esconden (a veces ni siquiera lo saben) un infantil odio antisistema. Es esta maldita sociedad la que nos hace ‘malos’. Añadamos, sociedad de mercado. No se atreven a decir: si viviéramos en una sociedad socialista no pasarían estas cosas. No se atreven porque se les puede preguntar, ¿Cuba, Corea del Norte, Venezuela? Y siguen reclamando la democracia ‘real’ y soñando en un mundo feliz, sin contradicciones. Encima se creen mejores.
PD. La teoría del reflejo (Bujarin, Trotsky, Stalin y otros) fue criticada por A. Gramsci, como materialismo mecanicista y vulgar. Ha llovido desde entonces.
Sebastián Urbina.
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