jueves, 5 de marzo de 2009

SOCIALISMO DE SALÓN.


5/3/2009.


SON ESPASES.

Conviene recordar que Francina Armengol, en nombre del Grupo Socialista del Consell de Mallorca, interpuso un feroz recurso contencioso-administrativo contra la aprobación, por parte del plenario del Consell, de la modificación puntual del PGOU de Palma que permitía la construcción del Hospital de Son Espases.

El contenido del recurso era tremendo y se basaba en motivos de carácter sanitario, urbanísticos, medioambientales y de protección del patrimonio histórico y cultural. Reclamaba la anulación de dicho acuerdo del Consell de Mallorca. Y no sólo eso: pedía la “suspensión cautelar” de la modificación del PGOU, esto que ha sentenciado ahora el Supremo y que a su conmilitón Antich, le parece una “cuestión de forma” irrelevante.

Entonces, Armengol era oposición y hete aquí que, cuando se convierte en “poder”, se olvida de todo, de sus fervores ecológicos, de sus críticas urbanísticas y de sus preocupaciones sanitarias. Y no sólo se olvida, sino que se convierte en abanderada de lo que tanto criticó con su verbo flamígero. Y da el cambiazo de forma llamémosla ratonil, es decir, solapada y de tapadillo: desiste, sin convocar rueda de prensa alguna, del recurso presentado y de todas sus ferocidades, incluida la “suspensión cautelar”. Ningún medio de comunicación, salvo libertadbalear.com, ha dado noticia de este canto de la Palinodia armengolino. Ni se ha producido una explicación satisfactoria a la ciudadanía por este indecente chaqueteo. (LibertadBalear)

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Son Espases, Vicenç Thomàs, la incoherencia y la demagogia PDF Imprimir E-Mail
María Luz García
viernes, 06 de marzo de 2009
Esperaba mucho más del conseller de Salut, Vicenç Thomàs. Creía que con la sentencia del Tribunal Supremo, en su poder desde el miércoles, iba a pedir un informe urgente a los servicios jurídicos de la Conselleria y expresar una opinión fundamentada y coherente sobre las implicaciones de la misma. Tenía la convicción de que se iba a actuar con ‘seny’ y no se iba a hablar sin conocimiento de causa. Pero no, desgraciadamente el conseller ha decidido optar por la demagogia, desviar el tiro y hablar de la “nefasta gestión del PP en este tema”, sin acordarse -¿tan frágil es la memoria de los políticos?- de que él, en un alarde de coherencia, durante toda la campaña electoral se manifestó repetidamente en contra de la construcción del hospital en Son Espases y repitió hasta la saciedad que si llegaba al Govern las obras se paralizarían y la edificación no seguiría adelante, y cuando estuvo al frente de la Conselleria de Salut, tras parar durante dos meses la construcción, dio luz verde -y con él todo el Ejecutivo- al nuevo centro hospitalario y se convirtió en uno de sus máximos defensores. Y ahora, cuando el Tribunal Supremo dicta sentencia lo que hace es culpar al PP, como si él no hubiera tenido nada que ver en el tema, como si no hubiera defendido su continuidad y con ella asumido todo el proceso. ¿Si tan mal se hicieron las cosas, por qué no paró las obras, tal y como prometió durante toda la campaña electoral, y buscó nuevas alternativas? Lo dije entonces y lo digo ahora, tras la decisión de continuar adelante con el proyecto, lo coherente, lo digno y lo honorable hubiera sido dimitir. A veces es más importante ser coherente con lo que uno cree que mantenerse en el sillón a toda costa.(MallorcaDiario)

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