La periodista de COPE saca su lado feminista en 'El Cascabel'
Cristina Schlichting pone rojos a los políticos machistas: "Están fijándose en el culo y las tetas"
(Periodista Digital)
FIJARSE EN EL
CULO Y LAS TETAS.
Parece ser muy feminista, y esto sería bueno por definición, acusar a los
hombres de guarradas sin cuento. En este caso se trata de políticos, o sea, políticos
machistas. Pero ¿por qué los políticos iban a ser diferentes del resto de los
hombres pecaminosos, es decir, hombres sin más?
Para empezar, ni esto es nuevo ni va a cambiar. A partir de ahí se puede
matizar. Los hombres tenemos, en general y dependiendo de la edad, entre otras
cosas, una sexualidad más compulsiva que las mujeres.
En general, los hombres nos sentimos atraídos por las mujeres. De unas más
y de otras menos. No porque seamos unos degenerados sino porque la naturaleza
es así. Con las excepciones de rigor. Por tanto, ‘naturalmente’ los hombres
miramos a las mujeres. Normalmente, a los ojos, el culo y las tetas.
Lo grosero- Cristina dice ‘machista’, que pretende ser más ofensivo- es
mirar de manera demasiado evidente e insistente. Debe mirarse con disimulo para
no molestar. Pero los hombres no deberían avergonzarse de mirar los ojos, el
culo y las tetas de las mujeres. Especialmente si lo exhiben de manera generosa y en plena calle. Lo que no debe hacerse, repito, es mirar
groseramente, de la manera que he dicho. Para no molestar.
Por otra parte, las mujeres, en general, miran el culo de los hombres, o la
bragueta, cuando les da la gana. Yo no creo que por ello haya que llamarlas ‘feministas’.
Que es el insulto que los hombres deberíamos dedicar a las mujeres mironas,
acosadoras o despreciativas de los hombres. Claro que también podríamos llamarlas
‘femi-nazis’. En fin, se puede hablar de la cosa, pero en otro momento.
Resumiendo, mirar con disimulo, tanto hombres como mujeres, no supone
desprecio para el que es mirado. Tanto si es hombre como si es mujer. Por
tanto, dejaría aparte, el típico calificativo ‘machista’ que es lo más parecido a ‘facha’. Lo
que tienen en común es que ya no hay que argumentar nada. Pronunciada la palabra mágica,
ya está todo dicho. Y el que afirma no se siente en la obligación de justificar su afirmación. Como debería ser.
Esto se suele utilizar, aunque no exclusivamente, en
televisión. Por ejemplo, una mujer acusa a un hombre de ‘machista’ y éste se pone a la defensiva
y empieza a dar explicaciones. Grave error. Hay que preguntar ¿Por qué soy
machista? Y que lo explique ella. Puede que lo sea, o puede que no.
Por cierto, hay un locutor- aunque también hay algunas locutoras- de TVE
que cuando se produce una agresión masculina a la pareja femenina, hablan de ‘agresión
machista’. En cambio, cuando se produce una agresión femenina a la pareja
masculina, no se habla de ‘agresión feminista’. Yo creo que son unos gilipollas
aunque no tienen toda la culpa. Sin embargo, es cierto que alguna vez hablan
de ‘violencia de género’.
En 2006, PSOE y PP aprobaron que no se diera publicidad a las muertes de
hombres a manos de sus parejas femeninas. Y sí, solamente, los muertes de mujeres
a manos de sus parejas masculinas. ¡Esto sí que es progreso sin regreso! Feminista, por supuesto.
Sebastián
Urbina.
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