(En la tercera foto, empezando desde arriba, pueden ver los inconfundibles rasgos de los machistas y clasistas. Cañete no lo puede esconder ni disimular. En la segunda foto, se puede ver a Cañete comiendo sin rebozo, a dos carrillos, mientras millones de españoles no pueden comer ni un bocadillo de atún. ¡No tiene corazón!
En cambio, en la foto superior podemos ver la cara de preocupación e, incluso, sufrimiento de doña Elena por las maldades de Cañete. Se nota, además, que no ha comido nada. Bueno, los camaradas la obligaron a comerse medio bocadillo de atún, aunque ella se resistía.
¡Vótela! ¡No la haga sufrir más!
NIVEL ALTÍSIMO PARA EMPEZAR LA
CAMPAÑA EUROPEA.
‘’Estoy muy preocupada’’
Elena Valenciano llama a Cañete
"machista" y "clasista".
Menos mal que la
socialista progresista descubre las vergüenzas del PP antes de que usted vote. ¡Gracias Elena! Nada
menos que el número uno del Partido Popular para las elecciones europeas
resulta ser un ‘machista’ y un ‘clasista’. ¡Qué vergüenza!
Según fuentes generalmente
bien informadas, cuando Cañete iba a entrar en el Ministerio de Agricultura se
topó con una mujer que trataba, también, de entrar en el Ministerio. Cañete dio
un paso atrás, abrió la puerta y dejó pasar a esta mujer.
¿Quién se ha creído que
es? ¿Es que desprecia tanto a las mujeres que no cree que seamos capaces de
abrir la puerta? ¡Las mujeres no podemos soportar por más tiempo el machismo de
la derecha!
¡Vote socialista!
¡Nosotros no le abriremos la puerta!
Por si esto no fuera
suficiente, se ha sabido, por informaciones socialistas de primera mano, que
Cañete acostumbra a cenar en un restaurante que cuesta cincuenta euros. ¿Qué
proletario español se lo puede permitir? ¿Es que sólo ellos pueden gozar de los
buenos restaurantes?
¡Que aprenda de nosotros, los socialistas, que vamos con
el bocadillo de atún en la mano, de aquí para allá! ¡Y muy orgullosos de
nuestras manchas de aceite!
¡Vote socialista!
¡Nosotros le subvencionaremos buenos restaurantes! Los bocadillos de atún están
garantizados por el partido.
¡Vótenos! ¡No preocupe más
a doña Elena!
PD. En las altas esferas socialistas se teme que las reflexiones políticas de doña Elena sean demasiado complejas. Demasiado nivel para el pueblo llano.
1 comentario:
Ocasionalmente he escuchado algún fragmento de mítin de esta señora. He aguantado impertérrito hasta su segundo insulto a la derecha o a sus representantes. Es decir, apenas le he soportado cuatro palabras. De otra parte, esta misma mañana he oído el pico de oro del sr. Rubalcaba en Onda Cero. Confieso que me maravilla la desenvoltura y cinismo de esos personajes cuando dicen alinearse tan solidariamente con los pobres y los desempleados y recetan sus soluciones para remediar tantas calamidades como producen el mundo y la derechona. Aunque la existencia es corta, yo creo que la mayoría hemos conseguido sobrevivir a dos de sus gobiernos y tenemos conocimiento de los resultados de su gestión de más de treinta años en las comunidades más castigadas por el paro y la socialización de la pobreza, mientras unos desahogados se reparten los dineros destinados a aliviarla, lo que mueve a preguntarse si no tendrán fundadas razones para fomentar fervorosamente lo uno y la otra. Los frutos no desmienten la sospecha.
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