(Muy probablemente no servirá para nada. Los hechos que no refuerzan lo que pienso no interesan. Una desgracia.
Nuestros políticos seguirán repitiendo lo mismo, al margen de los hechos. Concretando.
Sánchez volvería atrás la reforma laboral. Aumentaría los impuestos y los funcionarios.
Pablo Iglesias es una versión empeorada de Sánchez, con el añadido de su mentalidad totalitaria. Deseosa de controlar prensa, judicatura, etcétera.
Rajoy es una socialdemócrata de derechas. Es malo pero no tanto como Sánchez. De Pablo Iglesias ya no vale la pena hablar. El que no haya entendido lo que significa no tiene remedio.
Rivera está en la indefinición. Sería útil para España si forzara a Rajoy a más medidas eficaces contra la corrupción, a favor de la transparencia, reformas económicas liberalizadoras, mejorar la coordinación del mercado nacional, reforma de la ley electoral y parar los pies- de una vez- a los separatistas.
No hay peor sordo que el que no quiere oir.)
Grecia vs Irlanda: el fracaso del socialismo frente al triunfo del liberalismo.
No todas las naciones del Viejo Continente han combatido la crisis con la misma efectividad.
La Gran Recesión ha obligado a las economías desarrolladas a aprobar medidas de urgencia orientadas a frenar la sangría y a relanzar el crecimiento. Sin embargo, no todas las naciones del Viejo Continente han combatido la crisis con la misma efectividad. Países como Irlanda han afrontado el reto con una apuesta franca por mantener un alto grado de libertad económica. Como esta apuesta contaba con un respaldo social amplio, el proceso reformista ha funcionado razonablemente bien.
En otros países de la periferia europea, como es el caso de Grecia, la adopción de medidas de calado ha sido tardía y, a menudo, contradictoria. En consecuencia, las reformas no se han terminado de implementar y la crisis se ha prolongado. Esto se ha traducido en un empobrecimiento social que también ha ido de la mano de un fuerte deterioro de la estabilidad política. Y, aunque los "rescates" aprobados desde Europa han supuesto un desembolso de 220.000 millones de euros, Atenas ha incumplido el 74% de los acuerdos firmados con la Troika.
La diferencia entre Irlanda y Grecia nos recuerda que sin buenas instituciones no hay paraíso. Desde la década de 1980, Irlanda ha limpiado sus administraciones de corrupción y ha adoptado reformas económicas basadas en ofrecer un marco de mayor libertad a trabajadores y empresas. Los cambios han contado con un amplio respaldo social, como refleja el mantenimiento de la agenda reformista a lo largo de los años y con gobiernos de distinto color político.
El Tigre Celta ha demostrado su capacidad para capear la Gran Recesión y recuperar la senda del crecimiento. En Grecia, sin embargo, la corrupción se ha enquistado y la economía no solo no ha ganado en libertad económica, sino que se ha convertido en una de las menos capitalistas del mundo, como acredita el Índice de Libertad Económica en el Mundo que elabora la Fundación Heritage y difunde Civismo en España.
De acuerdo con los datos del Banco Mundial, el PIB per cápita de Irlanda y Grecia era prácticamente idéntico en 1990: en ambos casos, rondaba los 12.000 euros.
Sin embargo, veinticinco años después, el de Irlanda se había disparado por encima de los 42.000 euros, mientras que el de Grecia apenas superaba los 23.000 euros. Casi 20.000 euros de diferencia, a pesar de que los dos países partían del mismo nivel de riqueza.
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