REFORMA URGENTE
Volvamos a insistir: de entre todas las reformas que España tiene
pendientes, la más urgente es la de la Justicia. Una puesta al día que
acabe con los jueces justicieros, la baja productividad, las
arbitrariedades, las puertas giratorias y la permanente sospecha de
contaminación política en gran parte de sus acciones. Para que la
revisión alcance un éxito razonable, no puede reducirse a dotar de más
medios a jueces y fiscales, que también.
La transformación y mejora de nuestro sistema judicial debe fundamentarse básicamente en dos ideas: garantizar una mayor independencia de quienes tienen que hacer cumplir la Ley y poder evaluar a los magistrados, de tal manera que, ante resoluciones claramente arbitrarias o ante una alarmante falta de rendimiento, se les pueda sancionar, apartar y reprobar públicamente.
Esto de que los jueces solo respondan ante la Historia y ante Dios es más propio de otros regímenes que de una democracia avanzada, como se pretende que sea la española. Hay jueces que no quieren hacer Justicia, sino que se les dé la razón.
(Bieito Rubido/ABC.)
La transformación y mejora de nuestro sistema judicial debe fundamentarse básicamente en dos ideas: garantizar una mayor independencia de quienes tienen que hacer cumplir la Ley y poder evaluar a los magistrados, de tal manera que, ante resoluciones claramente arbitrarias o ante una alarmante falta de rendimiento, se les pueda sancionar, apartar y reprobar públicamente.
Esto de que los jueces solo respondan ante la Historia y ante Dios es más propio de otros regímenes que de una democracia avanzada, como se pretende que sea la española. Hay jueces que no quieren hacer Justicia, sino que se les dé la razón.
(Bieito Rubido/ABC.)
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