Una muestra del cómic de Nazario recomendado por el Ministerio de Educación como material didáctico para "Educar en Valores" a los alumnos de la ESO. En 2007, con Zapatero. Es el socialismo del s. XXI. Derechos universales y gratuitos. ¡Que paguen los ricos! Y sexo a tope. Nos espera un brillante futuro. También lo saben los terroristas islámicos.)
SEXO A TOPE.
Dos hospitales de Cataluña, el Clínico y el Vall d’Hebron, han empezado a seguir el impacto del chemsex –sexo químico– en la salud.
El diario español El País cuenta que “los hospitales se han puesto en alerta” ante el aumento de los casos de enfermedades de
transmisión sexual (ETS) y dependencia de drogas vinculados esta práctica.
El chemsex consiste en practicar sexo durante días, a menudo en grupo, consumiendo al mismo tiempo diferentes tipos de drogas.
Los expertos han constatado “los riesgos para la salud de este fenómeno” –anota El País.
“El colectivo que más lo practica” es el de “hombres que tienen sexo con hombres”, en palabras del mismo diario.
Las cifras de ETS “llevan años desbocadas en Cataluña”.
Según el
Sistema de Vigilancia Epidemiológica de la Generalitat –con datos
actualizados hasta 2015–, han aumentado todas las infecciones, en parte
porque ha mejorado la detección y el registro de los casos, y en parte,
por “cambios en las conductas sexuales” que facilitan la
transmisión de enfermedades.
Lo que es un hecho en Cataluña, lo es también en el resto de España.
Los casos de
sífilis “se han multiplicado en Cataluña en pocos años”. La gonorrea ha
pasado de 5 o 6 casos por cada 100.000 habitantes, a 25 casos.
Irrumpen enfermedades casi desconocidas, como el linfogranuloma
venéreo.
Los contagios del VIH descienden “entre todos los colectivos, excepto
entre los hombres que mantienen relaciones con otros hombres” –observa El País.
Los médicos son partidarios de dejar en manos de las ONG las campañas institucionales de información y prevención.
Una de estas entidades, Barcelona Checkpoint, advierte contra la posible actitud moralista.
“Hay que ayudar, no juzgar”, postula su portavoz.
En España, las campañas institucionales sobre las ETS animan desde hace años a practicar el “sexo seguro”.
Son moralistas como las que más.
Juzgan saludable hipersexualizar a las personas desde el colegio.
Sermonean con la promesa de un placer sin responsabilidad.
Ridiculizan la fidelidad, el compromiso y todo lo que sean límites.
No hay una moral más estricta que esa.
A nadie se le
ocurre trazar un Plan Nacional de Drogodependencia “amoral”, que no
encierre un dilema entre una forma de vida responsable y otra forma de
vida peligrosa –para uno mismo y para los demás.
Todas las campañas sobre drogas asumen que consumirlas es en sí mismo
una práctica de riesgo.
Nadie concibe una campaña de prevención del tabaquismo que anime a fumar de forma más segura.
¿Te imaginas
un anuncio contra los accidentes de tráfico que te invite a aumentar la
velocidad siempre que lleves puesto el cinturón de seguridad y hayas
revisado la presión de los neumáticos antes de salir?
En cambio, la
corrección política lleva años prescribiendo en la televisión y en las
escuelas la idea de que para evitar las enfermedades transmisión sexual
basta con que te inicies antes en el sexo, practiques todo el que
desees, como desees, con quien desees, a condición de que uses el
preservativo.
Los resultados de esta moral tan antigua saltan a la vista en los informes de ETS en España.
(Actuall.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario