(En la imagen se puede ver al sonriente y Muy Honorable Puigdemont contestando a Juncker:
'Sí, ya sabemos que están encantados de recibir a Cataluña ... No me extraña, oiga, somos el pueblo elegido'.)
SALDRÍA DEL CLUB COMUNITARIO.
Juncker reitera el ‘no’ a una Cataluña independiente en la UE.
La Gaceta
5 comentarios:
Parece ser que se está a la espera de que los golpistas dejen su firma sobre algún documento para que la señora Justicia que, si bien es ciega, al parecer sabe leer, pueda darles un toque donde más les duela, con su báscula, supongo. Si no, no hay caso. Lo que demuestra que el ingenuo señor Tejero hubo de dejar tras de sí un reguero de autógrafos cual un futbolista de la élite, el muy cateto. ¡Santa inocencia!
En el año de 1900, Cataluña tenía una población de 1,966.000 habitantes; Lérida, 21.432; Manresa, 23.252; Santa Coloma de Gramanet, 1.510. En 1981, 6,059.000, 106.814, 67.007 y 140.613, respectivamente. Hoy estaremos cerca o alrededor de los ocho millones. Teniendo en cuenta que nos reproducimos menos que la gata del Vaticano, es decir, que llevamos un montón de tiempo con crecimiento vegetativo negativo (excluida la inmigración, especialmente la no cristiana), está claro que en menos de un siglo la población catalana (insisto, catalana; aquí habría que recordar al sr. Narcís Soler Masferrer, entonces profesor de Prehistoria en la Universidad de Girona, cuando decía: “(…) en todos los lugares los indígenas no son más que los últimos en haber llegado”) se ha más que triplicado a expensas de la emigración. Si uno de cada tres terrícolas es o chino o hindú, no es menos cierto que de cada cuatro o cinco ciudadanos catalanes sólo uno es catalán “viejo”; de no ser por las competencias en enseñanza y el control de los “mass media”, los nacionalistas independentistas serían cuatro mataos seguidos por otros tantos ilusos, sin peso demográfico ni político. ¿De quién es, pues, la tierra prometida sino nuestra, los íncolas recién llegados? ¿Nos representan esos “bienpagaos”? ¿Habrían colmado de independentistas la Meridiana (¡qué digo, ni Robadors!) en el 78?
Este peligro demográfico afecta a Europa, en general. Veremos, verán, lo que sucede dentro de treinta años. Porque el verdadero problema no es que haya inmigrantes con una cultura diferente. El problema es que haya inmigrantes con una cultura contraria a la nuestra. De momento, son unos cincuenta millones en Europa.
De todos modos, es impresentable que se estén mirando el ombligo día y noche. Y atizando al 'enemigo interior'.
¿Atizando al “enemigo interior”? ¡Naranjas de la China!: directamente se los ganan, compran sus futuros votos, con una serie de prebendas. Por ejemplo: nuestra doméstica, marroquí, que viene a casa un día por semana para ayudarnos, tiene cuatro hijos y se ha separado de su esposo (rencillas, algún moquetazo, ya se sabe). Nos cuesta, aparte de su salario, 37,40 € mensuales para su S. S. Está tan agradecida que, frecuentemente, nos trae algún regalo. La última vez acudió con un envase de cuatro paquetes de galletas, un kg de lentejas de la marca Penelas, otro de La Cochura, otro de arroz “extra” de Auchan y uno de arroz “Largo” de la marca Signo. Todos los paquetes con sus distintivos: “Programa de ayuda alimentaria a las personas más desfavorecidas 2016” y “Alimentos gratuitos. Prohibida su venta”. Le sobraban del lote que le había regalado una paisana que tiene tres hijos, que trabaja limpiando pero en negro, para no perder privilegios, y cuyo marido se dedica a rebuscar en nuestros bosques, entre otras labores, también opacas. Cada mes va con su coche a cargar la ayuda alimentaria: paquetes con diez kilos de arroz, lentejas… También aceite, frutas, latas de melocotón, de judías verdes, sobres de crema de verduras, “de todo”, por abreviar, dice que le ha dicho mi esposa. Ella, que reconoce, con dolor, que la nevera de su hijo está casi siempre vacía. Anda próximo a la cuarentena y padece de TDAH complicado con un Trastorno Límite de la Personalidad. Seguramente no podrá trabajar nunca y no tiene la suerte de ser inmigrante africano o asiático ni musulmán. Cobró el PIRMI una corta temporada pero se acabó cuando se descubrió que los padres, pensionistas, mal que bien podían mantenerlo, como también ayudan económicamente al otro, asimismo ni inmigrante ni musulmán. Ese arroz y esas lentejas, si no rellenarán un poco su nevera, si habitarán holgadamente su despensa. Lo que demuestra que la caridad bien entendida, que no el tontoelhabismo, acaba aprovechándonos a todos.
P.D.: Hoy nos ha traído (Alá es grande) tres paquetes de 500 g de espaguetis “Oromas”, “Calidad superior”, y un litro de aceite de oliva de 1º “La Masía”, “Sumum”, todos con sus correspondientes distintivos y en los que consta, aunque en letra tan pequeña que no creo que muchos alcancen a leer, su origen o patrocinador: Gobierno de España. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Secretaría General de Agricultura y Alimentación. Fondo Español de Garantía Agraria y, finalmente, Fondo de Ayuda Europea Para las Personas Más Desfavorecidas. Sin embargo, ellos, en su inocencia, atribuyen estas pródigas donaciones a la Generalitat y por eso votarían unánimemente por la independencia. O no será por eso.
Aquí pasa algo parecido con la comida aunque sin la jugada de nuestra Generalitat. Puede ser que voten a los separatistas por agradecimiento. Pero igual que los musulmanes franceses dicen que Francia será suya, los musulmanes de Cataluña pueden pensar lo mismo. Son pasos intermedios.
Por cierto, conozco gente que ayuda en el reparto de comida y me dicen que es un abuso. Hay familias- supuestamente famélicas- que tienen para dar y vender. Es el complejo general. Somo malos, somos pecadores, estamos en deuda, somos el mal occidental.
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