ROBOTS EN LA CAMA.

 (Robots en la cama y en cualquier otro sitio. Los humanos tendrán que acostumbrarse. El perfeccionamiento de estos robots es espectacular, y da un poco de miedo. Pero no parece evitable.

No sólo modificarán la vida económica sino la vida, en general. Y, en concreto, las relaciones hombre-mujer, cambiarán. ¿Cómo? De momento, sólo se puede especular. Pero creo que aumentará el distanciamiento entre hombres y mujeres. Porque, probablemente, mucha gente tendrá un robot. Y el acercamiento y relación entre hombres y mujeres se seguirá produciendo, pero con cambios. Entre ellos, el sexo.

Los hombres serán, en general, menos dependientes, sexualmente, de las mujeres. Y esto tendrá enormes repercusiones. Probablemente, disminuirá el poder de las mujeres sobre los hombres. Pero, en cualquier caso, se verá cuando esté generalizado el uso de robots en la cama. Y si tiene más aspectos positivos que negativos, o lo contrario.)

ROBOTS EN LA CAMA.

Algún día, garantiza esta empresa a la que siguen de cerca competidoras de Japón y China, las robots como Harmonny y sus correspondientes masculinos (existen, pero representan sólo un 5% de las ventas del sector) podrán caminar y hasta ser las replicantes de personas reales.

Y, sí, tendrán orgasmos. Por ahora están programadas para realizar algunas fantasías de sus dueños.

‘Estoy aquí para darte placer. ¿Quieres seguir alejado de mí o piensas acercarte?’ reta Harmonny a su amante antes de rematar los preliminares con otra frase: ‘¿De qué tienes miedo?’.

(Marta Caballero/El Mundo/Papel/Julio/2017.)