martes, 10 de julio de 2018

MISERABLES SOCIALISTAS


 (El socialismo sanchista es despreciable y debería ser despreciado por los españoles de bien.

Este tipejo  trata de tú a tú (como si se tratara de dos Estados) a Torra, un golpista. Ya está todo dicho. El que no lo entienda es tan despreciable como Sánchez y Torra.
PD. El hundimiento de este miserable partido sanchista sería un alivio para España. Algo parecido al hundimiento de un PP marianista.)



SÁNCHEZ NOS HUMILLA.

Supongo -estoy seguro- que la inmensa mayoría de los españoles sentimos ayer una mezcla de desazón, vergüenza ajena y enojo al ver al presidente de nuestro país recibiendo en La Moncloa con gran afabilidad a un mandatario que portaba en su solapa el lazo amarillo. No se trata de un adorno inocuo. Denigra a más de la mitad de los catalanes y simboliza la solidaridad con los golpistas que en octubre se alzaron contra nuestra democracia y nuestro país.

 Después charlaron dos horas y media. Sánchez, que le debe su presidencia al partido de Torra, le ofreció una comisión bilateral de igual a igual, otorgando así a Cataluña rango implícito de Estado, y también revisar los fallos del TC que suspendieron leyes catalanas inconstitucionales (lo cual supone una salvajada jurídica: el Ejecutivo revirtiendo los fallos del máximo tribunal del país, al que dejaría así sin autoridad alguna). Después Sánchez se dio un paseíllo por los jardines monclovitas con aquel al que hace solo dos meses comparaba con Le Pen. Acto seguido, la vicepresidenta Calvo y Torra valoraron el encuentro.

Calvo lo consideró «francamente útil». Además, con pésimo estilo y nula lealtad constitucionalista, en lugar de criticar a los separatistas cargó contra Rajoy: «A él le hicieron dos referéndum y nosotros en un mes y dos días hemos recibido al president Torra y hemos hablado durante dos horas y media con él. Este es el sitio», se jactó, alardeando de su entreguismo ante los sediciosos.
 Pero Torra, que no quiso hacer sus declaraciones en Moncloa, sino en la embajada catalana en Madrid, cantó La Traviatta y soltó la verdad: contó que transmitió a Sánchez que no renuncia a la autodeterminación y a buscar la independencia como sea. Resumen: la nueva operación de márketing sanchicista se salda con que el Gobierno se compromete a ir erosionando el Estado a cambio de nada (o de algo, lo único que a él le importa: que Torra no le decomise la llave de La Moncloa).
En esta España de la posverdad televisiva (léase de la tergiversación sectaria de la realidad) la lectura que se venderá del encuentro será la siguiente: Sánchez dialoga, no como el retrógrado de Mariano, y ya ha logrado apaciguar a los separatistas. Por eso se agradece enormemente la explicación sencilla y nítida que a la misma hora de ayer ofreció Albert Rivera en el Foro ABC.
En su discurso en el hermoso comedor del Casino de Madrid, y en sus respuestas posteriores al jefe de política del periódico, Juan Fernández-Miranda, Rivera explicó que «la legislatura está agotada» y que padecemos «el Gobierno más débil de la historia, entregado a Torra, Urkullu y Bildu». También recalcó que «Sánchez es capaz de cualquier cosa por ser presidente unos meses y va a permitir que el separatismo se rearme».
Por último, recordó una abrumadora realidad siempre olvidada: España lleva 40 años cediendo ante el nacionalismo y lo único que se logra dando privilegios al separatismo «es agravar la situación, porque el nacionalismo es insaciable».
Rivera dijo la simple verdad de lo que está pasando. La que no escucharán en televisión.
(Luis Ventoso/ABC)



SÁNCHEZ VENDE ESPAÑA POR UNA BOTELLA DE RATAFÍA.


Euforia en Moncloa tras la reunión de Pedro Sánchez con el racista Torra. "El señor Torra no es más que un racista al frente de la presidencia de la Generalidad. De ahí que nosotros dijésemos, y yo en particular, que el señor Torra no es ni más ni menos que el Le Pen de la política española", aseguraba Sánchez el pasado 21 de mayo, a diez días de convertirse en presidente del Gobierno con el voto a favor del grupo del Le Pen español, entre otros.

De entonces acá, el racista se ha convertido en todo un presidente, según la cuenta de Twitter "La Moncloa", que después del encuentro emitía un trino en catalán cuya traducción es la siguiente: "Más de dos horas de reunión, cordial y correcta, entre los dos presidentes. Este es un primer paso. Ahora hay que recorrer el camino juntos". En la foto adjunta aparecen Sánchez, Torra, el jefe de protocolo de la Generalidad y dos fotógrafos, por lo que los presidentes deben de ser Sánchez y Torra.

Que Torra sea el presidente de la Generalidad no se lo cree ni él, razón por la que ha emprendido su valoración del encuentro con Sánchez con la gaita recurrente de que el presidente de la Generalidad es Puigdemont y sólo Puigdemont. Sánchez, en cambio, sí que se cree presidente. Vive donde el presidente, como un presidente, y hace cosas de presidente. Por ejemplo, no da ruedas de prensa. Prefiere el antedicho Twitter. A través de su cuenta "Pedro Sánchez", no confundir con "La Moncloa", ha evacuado una reflexión presidencial en catalán.

Traducción: "Una crisis política requiere una solución política. Esta reunión es un punto de arranque constructivo para la normalización de las relaciones". Tal texto es el pie de foto de una imagen cenital de Torra y Sánchez subiendo unas escaleras.
De las declaraciones de Torra y la vicepresidenta Carmen Calvo cabría deducir que el encuentro ha sido un fracaso absoluto. La autodeterminación no cabe en la Constitución, sostiene Calvo; la autodeterminación es el único camino, refuta Torra. O sea, lo mismo que en las reuniones de Rajoy con Mas y Puigdemont. Pues no.

Resulta que Sánchez y Torra se han caído más que bien y su segunda cita (la primera fue en los Juegos Mediterráneos de Tarragona) alumbra grandes oportunidades al decir de unos y otros.

El mismo racista que amenaza con querellas a quienes le llamen racista ha salido entusiasmado de una reunión con uno que le llamó racista. A su vez, el que llamó racista al racista le atribuye su misma condición presidencial al tipo que además de racista ha insultado al Jefe del Estado. ¿Raro? Y más allá. El ambiente está tan distendido que Calvo ha subrayado que "Estado" y "Generalitat" negocian la presencia del primero en terreno del segundo para las fotos del primer aniversario de los atentados de las Ramblas y Cambrils. Inquirido Torra al respecto ha dicho que sí, pero que el Rey no está invitado.

El secretario del fugado Puigdemont se ha vuelto a Barcelona más feliz que una perdiz. Sánchez, el otro "presidente", le ha enseñado todos los aposentos y rincones ocultos del complejo Moncloa. Torra le ha regalado una frasca de ratafía, un libro sobre el Valle de Arán y otro con mapas de Cataluña, para que no se pierda. Sánchez a su vez le ha regalado España, a tenor del entusiasmo mostrado por el "president" tras la "cumbre bilateral". ¿Dos presidentes?

(Pablo Planas/ld.)




Los desprecios de la Generalitat que tolera el Gobierno.

Todavía no se ha cumplido un mes de la toma de posesión de los ministros del Gobierno de Pedro Sánchez (7 de junio) y el desprecio desde el secesionismo institucional instaurado en la Generalitat de Cataluña hacia el «diálogo» y la mano tendida mostrados por el Ejecutivo no ha cejado ni un solo día. A cada declaración de intenciones desde La Moncloa, el independentismo no solo mantiene el pulso al Estado de Derecho, sino que aumenta el reto con la restauración de algunas políticas afectadas por la aplicación del artículo 155 de la Constitución. La Generalitat, en manos de Quim Torra, no acepta que el Gobierno no quiera «hablar» de llevar a cabo un referéndum de autodeterminación.

Diplocat, reabierto tras cerrarlo el Gobierno.
Una de las primeras medidas que adoptó el gobierno catalán de Torra ha sido la de restablecer el Diplocat -organismo dedicado a la diplomacia internacional a favor de la secesión- y lo ha hecho argumentando que el Gobierno ,mientras duró la aplicación del 155, no había dado carpetazo legal al ente. Para la portavoz de la Generalitat, Elsa Artadi, el Diplocat ha hecho «una tarea excelente» y, por lo tanto, se le dará «continuidad». Este organismo se centró en difundir, durante los meses previos al 1 de octubre de 2017 (1-O), «las bondades» de la secesión catalana y, entre otras tareas, trajo a Cataluña «observadores internacionales» a favor de la causa secesionista para divulgarla, después, en el extranjero.

Meritxell Serret, delegada de la Generalitat ante la UE
En la línea de mantener «la internacionalización» de la independencia, la Generalitat nombró la semana pasada a Meritxell Serret nueva delegada autonómica ante la Unión Europea. Serret estará al frente de una de las dos delegaciones que el Gobierno mantuvo durante la aplicación del 155 (en Bruselas y en Madrid), pese a que se fugó de la Justicia española -reclamada por el Tribunal Supremo- y está acusada de desobediencia y malversación de caudales públicos. Serret mantiene la libertad de movimientos -ya que no ha sido condenada- y utilizará estar en rebeldía para intentar desprestigiar a España en los foros internacionales en los que tenga cabida. La Generalitat, además, ha reabierto seis «embajadas» y espera tener operativas, en unos meses, más de las que ya tenía antes del 155.

Menoscabo al Rey, declaraciones, carta y dejar la FPdGI
Tras el cambio de inquilino en La Moncloa, el secesionismo institucional ha reforzado sus críticas en el Jefe del Estado, el Rey Felipe VI. Con la inauguración de los Juegos Mediterráneos (Tarragona) como excusa, o un acto en Gerona de la Fundación Princesa de Girona, desde el gobierno catalán, Junts per Catalunya (JpC) y ERC se ha acusado al Rey de ser cómplice de las cargas policiales que la Policía Nacional y la Guardia Civil efectuaron el 1-O para cumplir con las resoluciones judiciales. En esta línea, Torra, Carles Puigdemont y Artur Mas exigieron a Felipe VI, por carta, que pidiera disculpas por su defensa (el 3 de octubre) del Estado de Derecho y la Constitución. Torra, como protesta, ha dejado la vicepresidencia de honor de la Fundación Princesa de Girona (FPdGI).
TV3, apoyo mediático, aportación extra de 20,4 millones de euros
Mantener a salvo TV3, televisión que los grupos independentistas consideran una perla a proteger. No en vano, los grupos de la oposición han criticado reiteradamente el sesgo político de sus informativos y reportajes de producción propia. Tras recuperar la Generalitat, Torra ha inyectado una partida extra de 20,4 millones de euros para la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales(CCMA). Un ejemplo del uso partidista de TV3 se dio hace unos días con la emisión de un documental de la factoría Jaume Roures, en defensa de la actuación de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart el 20 de septiembre, durante el acoso a la comitiva judicial en la Consejería de Economía. Los Jordis están acusados de rebelión y en prisión preventiva.
Restitución y depuración: Mascarell, Molons, López...
Aunque la restitución de todo el gobierno catalán previo al 155 ha sido imposible (algunos de los consejeros están en la cárcel, otros están fugados y algunos cargos intermedios han decidido no repetir), sí se han resituado varios altos cargos que, según las instrucciones judiciales en marcha, han formado parte, presuntamente, de la dirección en el intento de subvertir el orden constitucional en los meses de septiembre y octubre de 2017. Este sería el caso de Antoni Molons -que fue secretario de Difusión y Atención Ciudadana de la Generalitat, y está imputado por malversación y desobediencia en el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona- y, tras el 155, ha sido nombrado secretario de Comunicación de la Generalitat. Otro ejemplo es el de Ferran Mascarell, a quien se le ha restituido como delegado de la Generalitat en Madrid. Por contra, se ha depurado al jefe de los Mossos d’Esquadra que asumió el cargo tras la destitución de Josep Lluís Trapero. Ferran López, quien era el segundo de Trapero hasta octubre de 2017, y quien ha sido destituido por Miquel Buch, nuevo consejero de Interior.
Torra, Rufián y otros: Unilateralidad, «otro 1-O», «secuestrados»...
Los líderes de la Generalitat han dicho una y otra vez que no descartan de nuevo la «unilateralidad» para conseguir su objetivo: la independencia de Cataluña. Y para ello, como han confesado entre otros Torra, Artadi y Pere Aragonès, vicepresidente autonómico y consejero de Economía y Hacienda, «habrá otros 1-O» y, entonces, auguran, el secesionismo deberá imponerse. Siguiendo el estilo impulsado durante el mandato de Mas y potenciado por Puigdemont, Torra no pierde ocasión para intentar ridiculizar al Estado. El último caso, aunque vendrán más, es el vivido en Washington D. C. (EE.UU.) donde la delegación autonómica -encabezada por Torra- se retiró de un acto mientras el embajador español en EE.UU., Pedro Morenés, defendía la Constitución y la modernidad de España. Otro ejemplo de tensión dialéctica por parte del secesionismo han sido las intervenciones de Gabriel Rufián (ERC) en el Congreso. La semana pasada pidió a Sánchez «diálogo» mientras consideraba «secuestrados» a los presos preventivos y «hooligan» al ministro Josep Borrell.


(Daniel Tercero/ABC/10/7/2018.)


 (Frente al entreguismo, la traición y la

 desvergüenza, 

combate a los que quieren destruir España.

Albert Rivera: «El camino correcto es el combate político e intelectual contra el nacionalismo».

El líder de Ciudadanos ha participado en un nuevo Foro ABC, donde ha arremetido duramente contra la política del apaciguamineto de Sánchez con los independentistas.

 (ABC)

 

 (No tengo palabras...)

 

Iceta (PSC) dice que Cs es peor que los golpistas: Los CDR han sido casi tan beligerantes como Arrimadas’.
"Si tú de Quim Torra solo conoces sus textos, no te lo llevarías a cenar. Ahora, cuando has conocido a Quim Torra tienes ganas de llevarlo a cenar".
LD/Agencias
2018-07-10

 



 

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