Con la elección de presidenta del Congreso comienza el camino hacia el suicidio de la Nación. El sistema parlamentario permite que no gobierne el partido más votado, pero no la exclusión y marginación de once millones de ciudadanos.
En una democracia no hay apestados. Hay partidos que respetan la Constitución y otros que no lo hacen, partidos legales y, en su caso, ilegales.Caminamos hacia un Gobierno peor aún que el actual, apoyado no sólo por separatistas, exterroristas y golpistas sino también por un partido presidido por un prófugo de la Justicia.
El socialgolpismo. La ofensa al Rey es una ofensa al Estado y a la Constitución. La mayoría de los partidos que van a apoyar al futuro Gobierno se han negado a entrevistarse con el jefe del Estado.
(Ignacio Sánchez Cámara/El Debate/20/8/2023.)
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