(Ya sufrimos el populismo. Que el esfuerzo fiscal de los españoles sea superior a suecos, alemanes y británicos, entre otros. Que el brazo político de ETA esté en las instituciones democráticas (?), que los separatistas catalanes sigan insultando a España, siguiendo con su proceso ilegal a pesar de las sentencias en contra del TC, y recibiendo dinero del resto de los españoles, a cambio de nada, es repugnante populismo. Como poco.
O que la legislación de progreso que sufrimos proteja al okupa y fuerce al propietario ocupado a sufrir un largo y costoso calvario, es repugnante populismo. Por no hablar de la elevada corrupción y el despilfarro. Ofensivo y repulsivo. Y un largo etcétera.
¡Y nos amenazan con el populismo! ¡Que viene el lobo! ¡Qué poca vergüenza!
PD. Y no lo dude. Pablo Iglesias y Podemos son, aún, peores. Esta es la dramática situación.)
El esfuerzo fiscal de los españoles supera al de suecos, alemanes y británicos.
También superamos en el Índice de Frank a Holanda, Japón, Canadá, Australia, Suiza, EEUU, Irlanda…
En 1959, el economista Henry J. Frank publicó un trabajo orientado a estudiar nuevas maneras de medir el peso de los impuestos sobre el bolsillo de los contribuyentes. Una de las métricas que propuso el académico estadounidense es conocida hoy como el Índice de Frank.
¿Cómo se calcula dicho indicador? El cálculo consiste en dividir la presión fiscal (es decir, el peso de los impuestos recaudados sobre el PIB) entre el PIB per cápita, tras lo que se multiplica por 1.000 el resultado. De esta forma obtenemos un valor que nos da el nivel de esfuerzo fiscal que asumen los contribuyentes, permitiéndonos comparar los niveles de tributación de los distintos países y brindándonos un resultado más ajustado a la renta del ciudadano medio.
(Diego Sánchez de la Torre/Libre Mercado.)
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