(Sería muy conveniente que los burros socialistas y separatistas lo leyeran.)
Gabriel Tortella: “No hay país plurinacional que no se haya ido al garete con violencia”.
El
profesor Tortella analiza la historia de Cataluña. Pero también las
causas que explican el auge del independentismo, que achaca, en buena
medida, a la educación.
Gabriel Tortella (Barcelona, 1936) ha escrito un libro* junto a
otros autores sobre Cataluña. Se dirá que nada nuevo. Entre otras
cosas, porque parte de una obviedad: “Cataluña no se entiende sin el
resto de España, ni el resto de España sin Cataluña”. Puede parecer una
verdad de perogrullo, pero lo cierto, como sostiene el profesor
Tortella, es que esta premisa hay que repetirla con cierta frecuencia.
Probablemente, porque en Cataluña se ha construido un mito en torno a su identidad nacional que ha prendido en determinados sectores de la sociedad catalana. Y para lograr ese objetivo lo que se ha hecho es manosear la historia a modo de cobertura ideológica.
Tortella sitúa el origen reciente de la tragedia en el largo mandato de Jordi Pujol, que puso los cimientos del independentismo a partir de la construcción nacional en aspectos como la lengua, la educación o la recuperación de viejas instituciones a las que se les ha dado un barniz democrático con una pizca de nacionalismo.
Probablemente, porque en Cataluña se ha construido un mito en torno a su identidad nacional que ha prendido en determinados sectores de la sociedad catalana. Y para lograr ese objetivo lo que se ha hecho es manosear la historia a modo de cobertura ideológica.
Tortella sitúa el origen reciente de la tragedia en el largo mandato de Jordi Pujol, que puso los cimientos del independentismo a partir de la construcción nacional en aspectos como la lengua, la educación o la recuperación de viejas instituciones a las que se les ha dado un barniz democrático con una pizca de nacionalismo.
Lo peor es que la
plurinacionalidad siempre se ha disuelto con violencia. No hay ningún
ejemplo que haya tenido efectos positivos.
(El Confidencial.)
LA DEGENERACIÓN DEL PSOE.
En efecto, la antropóloga en grado de tentativa Adriana Lastra ha aducido como prueba definitiva de que España puede ser un Estado plurinacional el ejemplo de la nada ejemplar Bolivia del descalificable Evo Morales; justo lo que vienen reclamando los nacionalistas antiespañoles para dejar de serlo y zanjar de una vez por todas la cuestión nacional.
La descollante intelectual socialista ha abundado en su compleja tesis poniendo otro ejemplo, para el que no ha necesitado cruzar el Charco: "Asturias es un principado y España es un reino. Son dos formas de gobierno distintas".
Increíble pero pavorosamente cierto.
Para esto ha quedado el PSOE.
Adriana Lastra no es una anormalidad ni un verso suelto, sino un paradigmático político de nuevo cuño sin oficio ni beneficio fuera de la política y con bochornosas deficiencias formativas ya no en un servidor público, sino en un mero ciudadano de un país que conquistó la alfabetización universal hace ya décadas.
Adriana Lastra encarna la insensatez, la irresponsabilidad, la falta de escrúpulos de unos capitostes socialistas dispuestos a cualquier cosa con tal de equipararse a uno de los partidos más tóxicos y menos ejemplares del panorama europeo, el de los neocomunistas de Podemos, enemigos jurados de todos y cada uno de los principios y valores que posibilitan la existencia de las sociedades liberales y alabarderos de criminales como los que están devastando Venezuela a la vista de todo el mundo.
La degeneración del PSOE está deviniendo espectáculo grotesco. Que el segundo partido de España sólo dé risa cuando no da vergüenza es un drama; que derivaría en tragedia si, de la mano de personajes como Pedro Sánchez y Adriana Lastra, acabase tomando el poder junto con Podemos, donde los referentes –un Pablo Iglesias, una Irene Montero...– no son precisamente mejores.
(Edit.ld.)
LA DEGENERACIÓN DEL PSOE.
Adriana Lastra: la renovación del PSOE era esto.
La flamante vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, ha irrumpido con fuerza en el debate sobre la plurinacionalidad del Estado español, como dice la izquierda que se avergüenza de España y jalea a todos los que pretenden acabar con ella. Su mentor, el no menos preclaro Pedro Sánchez, ya apuntó en los días pasados por dónde piensa despeñar al PSOE con tal de mantener a su lado a los nacionalistas del PSC y contar con el apoyo de toda la izquierda antisistema en su asalto a la Moncloa. Pero la formidable Lastra ha redondeado la faena informando a la ciudadanía de que el futuro de España podría estar en Bolivia. En la Bolivia a la que decretó plurinacional ese otro genio de la administración pública y la politología que atiende por Evo Morales Ayma.
En efecto, la antropóloga en grado de tentativa Adriana Lastra ha aducido como prueba definitiva de que España puede ser un Estado plurinacional el ejemplo de la nada ejemplar Bolivia del descalificable Evo Morales; justo lo que vienen reclamando los nacionalistas antiespañoles para dejar de serlo y zanjar de una vez por todas la cuestión nacional.
La descollante intelectual socialista ha abundado en su compleja tesis poniendo otro ejemplo, para el que no ha necesitado cruzar el Charco: "Asturias es un principado y España es un reino. Son dos formas de gobierno distintas".
Increíble pero pavorosamente cierto.
Para esto ha quedado el PSOE.
Adriana Lastra no es una anormalidad ni un verso suelto, sino un paradigmático político de nuevo cuño sin oficio ni beneficio fuera de la política y con bochornosas deficiencias formativas ya no en un servidor público, sino en un mero ciudadano de un país que conquistó la alfabetización universal hace ya décadas.
Adriana Lastra encarna la insensatez, la irresponsabilidad, la falta de escrúpulos de unos capitostes socialistas dispuestos a cualquier cosa con tal de equipararse a uno de los partidos más tóxicos y menos ejemplares del panorama europeo, el de los neocomunistas de Podemos, enemigos jurados de todos y cada uno de los principios y valores que posibilitan la existencia de las sociedades liberales y alabarderos de criminales como los que están devastando Venezuela a la vista de todo el mundo.
La degeneración del PSOE está deviniendo espectáculo grotesco. Que el segundo partido de España sólo dé risa cuando no da vergüenza es un drama; que derivaría en tragedia si, de la mano de personajes como Pedro Sánchez y Adriana Lastra, acabase tomando el poder junto con Podemos, donde los referentes –un Pablo Iglesias, una Irene Montero...– no son precisamente mejores.
(Edit.ld.)
3 comentarios:
Me engañaste y lo sabes, como a tantos otros. Esculpiste, sabe Dios cómo, esculpiste una “P” en el lomo del pececillo rojo del estanque, de un estanque de la Universisdad Central. Fuiste por unas horas mi héroe en la lucha contra el dictador. La “P” de protesta, la efímera “P”. Moriría el pez, supongo, poco después. Pero tus nietos andarán viviendo, nadando en el sudor ajeno de la charca de la vida de este cenagal que tú ayudaste a construir. Nos engañaste. Y tú lo sabes.
¿Dónde estarás, hoy día, escultor? Vicente pasó de darnos la vara con sus charlas a Suecia y, un buen día, en TV3%, mediados los ochenta, nos lo entrevistaron como ex secretario de sanidad por el Estado de Nueva York, él, tan de izquierdas, tan antifranquista, tan consecuente; hoy inspira la política económica de Podemos. Franco murió y, como cantaban en el “cassette” del PSUC, algunos se bebieron el vino de unas cuantas tabernas, por celebrarlo. Hoy, por fin, tenemos la gloriosa libertad tan anhelada. Tenemos, también, algo así como medio millón de cargos políticos, en lo que no nos gana nadie en Europa (alemanes y franceses andan por los cien mil, tan sólo, animalicos), partidos políticos de todos los colores, más CC. AA. que cantones hubo y un País que un día quiso ser Grande y Libre y que algunos pretenden empequeñecerlo, humillarlo y finarlo. Y muchos soportamos el dolor de, quizás, habernos equivocado, de, acaso, haber sido los tontos útiles, los tontos necesarios.
Muy triste. Pero habrá que hacer algo o esta gentuza nos hundirá.
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