Es la gran obsesión de los progres.
El debate de la paridad les vuelve trempantes y hasta pierden el oremus en cuanto ven el más mínimo desequilibrio.
Porque, lejos de exigir lo que es de ley, que la persona que ocupe el puesto lo esté por razón de su preparación, solo les interesa el componente ‘género’.
El último en sumarse a esa absurda dicotomía de que en una empresa o en
un Gobierno tiene que haber el mismo número de hombres que de mujeres ha
sido el periodista y tertuliano de TVE Antonio Papell.
(PeriodistaDigital/20/4/2022.)
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