El dictador Hugo Chávez está radicalizando su discurso semanas antes de los comicios regionales venezolanos, tras amenazar con sacar tanques a la calle si pierde plazas electorales ante la oposición y con encarcelar a los adversarios que no reconozcan los resultados.
Las encuestas muestran que el oficialismo probablemente revalidará su triunfo en la mayoría de las gobernaciones y alcaldías del país petrolero, pero los candidatos de Chávez podrían perder en algunos de los estados y ciudades más importantes del mapa electoral venezolano.
“Si ustedes permiten que la oligarquía (…) regrese a la gobernación, a lo mejor voy a terminar sacando los tanques de la brigada blindada para defender al Gobierno revolucionario y para defender al pueblo”, dijo el mandatario el sábado por la noche durante un mítin en el estado Carabobo, en el noroeste del país.
“¡Patria o muerte es la consigna!”, clamó, tras reconocer que su candidato no lidera los sondeos en uno de estados más poblados del país de 28 millones de habitantes.
Estas elecciones son clave para Chávez, ya que del resultado en las urnas dependerá el margen de maniobra para acelerar su autoproclamada “revolución socialista”, al tiempo que medirá su fuerza electoral para plantear una modificación de la carta magna que le permita ser candidato de nuevo en 2013.
El oficialismo aún se resiente de la derrota sufrida el año pasado, cuando la propuesta de reforma constitucional impulsada por Chávez, que contemplaba eliminar los límites a la reelección presidencial, fue rechazada por estrecho margen en un referendo.
En las regionales de 2004, los aliados de Chávez se impusieron en 21 de las 23 gobernaciones, más el gobierno del distrito capital. Ahora, los encuestadores estiman que la oposición podría lograr entre tres y ocho gobernaciones, entre ellas algunas de las de más peso electoral.
Ante este reñido escenario, el dictador ha radicalizado su discurso, amenazando con encarcelar a algunos dirigentes opositores por corrupción o si no respetan los resultados del próximo 23 de noviembre, y asegurando que entregará menos recursos a las regiones con gobiernos “antirrevolucionarios”.
“El actual gobernador mafioso y traidor no va a entregar la gobernación (…). Si es así (el gobernador) Ramón Martínez no sólo va a perder la gobernación, sino que va terminar en la cárcel, él verá, te vamos a barrer asqueroso traidor”, dijo el domingo en un acto en el nororiental estado Sucre.
Martínez es uno de los llamados “disidentes” que tras abandonar filas oficialistas por diferentes motivos han sido calificados por el presidente de “traidores a la patria” y suponen una nueva complicación electoral para Chávez.
Además, el mandatario ha emprendido una dura campaña contra el ex candidato presidencial de oposición y actual gobernador del petrolero estado Zulia, Manuel Rosales, al que ha asegurado que encarcelará por “corrupto” y por “conspirador”.
Popular entre los más pobres por destinar multimillonarios recursos a planes sociales, Chávez también ha advertido que el regreso de la oposición al Gobierno local dará armas al “enemigo” para tratar de derrocar su Gobierno y provocar una “guerra civil” en Venezuela.
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