VITORIA- El lendakari Juan José Ibarretxe salvará sus presupuestos para el año próximo cuando se voten en el Parlamento de Vitoria el próximo 29 de diciembre gracias al acuerdo alcanzado ayer con el Partido Socialista de Euskadi (PSE). El aval de los socialistas vascos permitirá que se aprueben gastos en plena recesión económica, como el previsto por el tripartito de más de 120 millones de euros dirigidos a la promoción del vascuence y la euskaldunización del profesorado y del personal de Osakidetza (Sistema Vasco de Salud). También hará posible que salgan adelante los seis millones de euros destinados a mantener las nueve delegaciones que el Gobierno de Vitoria tiene en el exterior y a abrir una nueva en Canadá, Berlín o Londres.
Y es que las cuentas del tripartito incluyen partidas como la dirigida un año más a financiar los viajes de familiares de presos recluidos en cárceles situadas fuera del País Vasco, como es el caso de los presos de ETA, y que asciende a 225.000 euros ampliables (un tres por ciento más que en 2008). Aunque esta subvención -que depende del Departamento de Justicia que dirige Joseba Azkarraga- contará con el rechazo del Partido Socialista y el Partido Popular en el debate de las enmiendas parciales previsto para el 15 de diciembre, resultará aprobada con los votos del Partido Comunista de las Tierras Vascas. «Víctimas» de la Policía También obtendrá luz verde otra dotación de más de 100.000 euros para poner en marcha la Ley de Víctimas de vulneraciones de Derechos Humanos, un polémico proyecto impulsado por los nacionalistas para resarcir a las víctimas de acciones policiales o grupos de ideología ultra.
El pacto alcanzado entre el Gobierno vasco y el PSE, que se ha repetido a lo largo de toda la Legislatura que está a punto de expirar, se hará oficial la próxima semana. El acuerdo supone una inversión de 46,2 millones de euros para reforzar políticas que ya estaban incluidas en el presupuesto. Por ejemplo, se dedican nueve millones a políticas sociales, otros tantos a la investigación en la universidad y doce a inversiones en municipios para suelo y vivienda.
El apoyo de los socialistas vascos a las cuentas del tripartito estaba cantado una vez que el PNV respaldó los Presupuestos Generales del presidente José Luis Rodríguez Zapatero en Madrid, con el consiguiente traspaso al País Vasco de la competencia de I+D+I, y de que éste pidiese a los dirigentes de su partido que hiciesen posibles los proyectos de los gobiernos provinciales y locales donde no gobernaran para afrontar la crisis. Quizá por ello se ha gestado en tan sólo tres días desde que el lunes comenzasen las negociaciones.
Como contrapunto, el PP ha presentado una enmienda de totalidad al presupuesto en la que pide su devolución porque no hace frente a la crisis económica y mantiene la financiación de «las obsesiones nacionalistas». El PCTV también rechaza las cuentas por un motivo totalmente opuesto: «No sirven para la construcción nacional y están basadas en la dependencia total de Madrid». Una «buena noticia» La portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarate, valoró ayer el acuerdo presupuestario como una «buena noticia», un pacto que se repite por cuarto año consecutivo, aunque no quiso entrar en profundidad en los detalles a la espera de que lo explique la vicelendakari, Idoia Zenarruzabetia, cuando finalmente se rubrique.
Por parte socialista sólo valoró el acuerdo su portavoz en el Parlamento vasco, José Antonio Pastor, quien afirmó que es «un buen acuerdo para todos los vascos» y celebró «el clima que ha presidido las negociaciones». Pastor realizó estas declaraciones durante una comparecencia para valorar otro pacto alcanzado también con el PNV, en este caso para respaldar las cuentas de la Diputación de Vizcaya. (LaRazónDigital)
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¿Qué se puede esperar de los socialistas? Y no se diga que los populares también llegaron a acuerdos con los nacionalistas. El factor tiempo es muy importante. Hoy todo el mundo sabe, salvo los idiotas o los mentirosos compulsivos, que los nacionalistas (aparte de desleales y victimistas) son soberanistas. Es decir, además de odiar a España buscan la independencia. ¿Hay que ir de copas con estos tipos?
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