28 Noviembre 08 - P. J. Ginés / P. H. Breijo
MADRID- En los edificios del Capitolio, incluyendo el que alberga en Washington al Congreso y al Senado norteamericano, hay cien estatuas que representan a grandes personalidades de la historia del país, dos por Estado. Al contrario que Santa Maravillas en España, ninguno ha nacido en el edificio del Capitolio, y de hecho muchos nacieron en el extranjero. A nadie le molesta que entre generales, políticos, inventores y juristas figuren cinco clérigos católicos y otros tantos misioneros y predicadores protestantes. En el centro político del país que inventó la libertad religiosa (redactada como tal por el pastor protestante Roger Williams, padre de la Constitución americana) están las estatuas de dos beatos a punto de ser canonizados. El padre Damián de Molokai, de origen belga, fue seleccionado por Hawaii, por su trabajo humanizador entre los enfermos de lepra. El franciscano Junípero Serra, nacido en Petra, (Mallorca), fundador de Los Ángeles, San Diego, San Francisco y Sacramento, fue la personalidad elegida por California. En 2004 se confirmó la desaparición inexplicable del cáncer que padecía la señora Audrey Toguchi que abre el camino a canonizar a Damián. Serra podría ser canonizado pronto por hacer nacer sana a una bebé que se preveía deforme y cuyos padres se negaron a abortar. El jesuita Eusebio Kino, que representa a Arizona, fue cartógrafo, cosmógrafo y explorador. Introdujo cultivos y ganadería y organizó a los indios pimas contra los ataques apaches. Quizá sea beatificado en su 300º aniversario, en 2011. Madre Joseph, nacida en Canadá, entró a formar parte de la Comunidad de las Hermanas de la Providencia en 1843. Durante su servicio a enfermos, niños y ancianos, abrió 29 hospitales, colegios y orfanatos. Sus últimas palabras antes de fallecer en 1902 fueron: «Hermanas, todo lo que concierne a los pobres es asunto nuestro». Fue elegida en votación por el Estado de Washington, superando en muchos votos al popular cantante Bing Crosby. El sacerdote y misionero jesuita francés Jacques Marquette fue capellán de la expedición encabezada por Louis Jolliet hacia el Mississippi en 1673. Son considerados los descubridores del curso superior de este río. Marquette fundó una misión en la tribu Illini, que da nombre al Estado de Illinois. Allí murió de enfermedad. Otras personalidades con estatua, cristianos protestantes, son el misionero Marcus Whitman, el metodista Jason Lee, el líder puritano John Winthrop, la luchadora contra el alcoholismo Frances Willard o el misionero educador Joseph Ward. Y no falta el primer gobernador de Utah y líder mormón, Brigham Young. Tener fe no descalifica en el Capitolio.(LaRazónDigital)
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