AROMAS DEL CIS.

AROMAS DEL CIS.



Algo les huele raro a los populares al respecto de la última oleada del CIS con intención de voto, que les concede un empate técnico, pero ocho décimas por debajo. "A este paso sólo entrevistarán en las sedes del PSOE", dicen con sorna. Que todas las encuestas que vienen elaborando los periódicos -incluido el Publiscopio de Público- les den una holgada ventaja electoral respecto a los socialistas y el Centro de Investigaciones Sociológicas se desmarque de todos ellos y rompa la tónica les ha puesto, como se dice coloquialmente, la mosca detrás de la oreja.

La clave de la cocina del CIS se encuentra en el recuerdo de voto. Es decir, en el cruce de las respuesta que han dado los encuestados con lo que votaron en las elecciones generales del año pasado. En este barómetro de abril, el recuerdo del voto al PSOE respecto al PP supera los 20 puntos: cinco veces más de los resultados obtenidos por una y otra formación en las urnas del 9 de marzo del 2008.

Es decir, queda claro que los entrevistadores han tocado a la puerta de muchísimos más simpatizantes del PSOE que del PP. La "desviación" que denuncian los populares es tal que, de ser ciertos esos 20 puntos, José Luis Rodríguez Zapatero habría ganado el año pasado a Mariano Rajoy por nada menos que seis millones de votos.

En Génova 13 ya no se extrañan de casi nada, porque tanto para bien como para mal siempre le dan la importancia justa a las encuestas. Como acostumbra a decir Rajoy: "Las encuestas son sólo encuestas". Y, tratándose del CIS, menos aún. En las elecciones europeas de 2004 la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas otorgaba al PSOE una ventaja de diez puntos sobre el PP, cuatro veces más de la que realmente fue. No hace falta remontarse cinco años atrás: para las gallegas del pasado 1 de marzo, el CIS vaticinaba que Alberto Núñez Feijóo no sólo no obtendría la mayoría absoluta, sino que le votarían menos gallegos de los que votaron a Manuel Fraga en 2005. El desenlace es de sobra conocido. El CIS patinó una vez más.
Otro dato que da que pensar. La encuesta con intención de voto elaborada por este organismo público con datos del pasado mes de junio daba un empate técnico entre ambas formaciones. Tremendo varapalo para Zapatero, que había obtenido su segunda victoria electoral pocos meses antes.

¿Cómo tapar la rápida caída? Retrasando su publicación al día 1 de agosto, en plena Operación Salida, cuando normalmente los resultados del CIS se dan a conocer transcurridos varios días del mes siguiente. Es decir, tendrían que haberse hecho públicos en julio. En esta ocasión, se conoce que a la vista de los resultados (el PSOE mejora 1,1 puntos pese a la crisis económica) al Ejecutivo le corría prisa que los españoles conocieran el veredicto del CIS con datos de abril(ElSemanalDigital).