martes, 11 de noviembre de 2008

GLEICHSCHALTUNG


Martes, 11-11-08. Hermann Tertsch. ABC.

EN Cataluña ya saben hoy muchos que el negocio requiere sacrificios más allá del trabajo, el esfuerzo y la profesionalidad. Se requiere adaptación. El régimen acaba de dar un nuevo aviso a todos los que pudieran andar aún despistados. Las empresas de prensa, radio y televisión han de ser precursoras en la comprensión e interiorización de las realidades del entorno. Así lo entenderán los comerciantes, los funcionarios que aún no lo sepan, los empresarios y los obreros no convencidos por sindicalistas pagados para ser convincentes. Los catalanes lo van entendiendo.

Hay que estar conectados a la misma onda que el poder para no sufrir sobresaltos. Las disonancias son harto perjudiciales para la salud, el patrimonio, la seguridad y por supuesto para la armonía. Los alemanes lo aprendieron en los años treinta. Y después de la guerra, los que tuvieron la poca fortuna de quedarse, nacer y crecer en la República Democrática Alemana. En alemán hay términos tan afinados y afilados que dan miedo. Uno de ellos es «gleichgeschaltet» (viene a ser algo así como «conectados en la misma frecuencia»).

Se empezó a hacer muy pronto. Y no resulta muy difícil si hay medios y voluntad. Ya en 1933 -recuerdo que lo relataba el inolvidable Joachim Fest, pero también Sebastián Haffner sabía mucho al respecto- comenzaron los camisas pardas a corretear por los pasillos de las redacciones. Entraban sin llamar a los despachos de los directivos y responsables de opinión, política y cultura para recomendar lo que convenía publicar y escribir si se valoraba la vida plácida y la nómina. Llegaban y preguntaban a los venerables opinadores de la Frankfurter Allgemeine Zeitung entonces si valía la pena la ridícula insumisión ante la «Gleichschaltung».

Pasó lo mismo en territorio comunista a partir de 1946. En los históricos periódicos de Berlín, Leipzig, Halle o Dresde. Todos sabían lo que significaba. No había que hacer proclamación pública de acuerdo. Bastaba con asumirla como un hecho más de la realidad social. Evitaba problemas laborales y económicos, sociales y de trato e integración de los hijos y la familia. Oponerse era absurdo y desleal hacia el bienestar de los más cercanos. En Cataluña ya van afilando el término. Nos lo cuentan Punto Radio y la COPE, además de todos los empresarios que se resisten a ser felpudo de la Generalidad o La Moncloa.

El que más desparpajo tiene en esto, no es sorprendente, es «el Putin de Iznájar», también conocido como el «Strelnikov de Sant Jaume». ¿Se acuerdan de Strelnikov? El homo-soviéticus por excelencia. El aparatchik total. Más que adalides de la cochambre política e intelectual, del resentimiento enemigo de la libertad, el presidente de la Generalidad y su Gobierno son ya metáfora de todo ello. Pero está claro que no basta con una pieza tan triste y menor para explicar el inmenso desafuero. La vergüenza, el abuso y la cobardía tienen muchos más nombres que explican tanto alineamiento (Gleichschaltung) en la inagotable ofensiva contra la libertad en Cataluña y toda España.
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El objetivo de los ciudadanos-oveja es, ya saben, negar la evidencia. Los que no quieren ponerse los lentes nacionalistas, reciben multas, pierden emisoras y sobre todo, son calificados como 'anticatalanes'. Y ya sabemos lo que le puede pasar a tipos así. Por lo menos, olvido, discriminación, muerte civil. Gran presente y mejor futuro. Lo escenifica Albert Boadella. Pero no hay mejor sordo que el que no quiere oir.
Sebastián Urbina.
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Publicado el 11 Noviembre, 2008(MD)

El cocinero Sergi Arola afirmó anoche, durante la degustación de su cóctel en el Victoria and Albert Museum de Londres que Madrid “no tiene ningún complejo” a la hora de otorgar su representación gastronómica a un catalán como él y remarcó que “deberíamos plantearnos si el caso contrario sería posible”.

Arola, en el marco del acto de promoción turística de la capital española celebrado en Londres, recordó que en Madrid se le aceptó “como a uno más, que es lo que hacen las grandes ciudades que de verdad quieren ser importantes”, un hecho que, a su juicio, debería ser “un motivo de reflexión para la Cataluña actual”.

A este respecto, el chef puso en duda la figura tradicional del “catalán emprendedor y sin complejos”, al asegurar que “durante los últimos años se tendría que haber potenciado más”.

Arola criticó “al que se quede en casa recluido y esperando que el Estado le solucione los problemas”, pues, a su juicio, “no nos podemos mover con reglas propias del siglo XIX, porque ahora tenemos las del siglo XXI”.

El cocinero catalán dijo sentirse orgulloso de poder “representar a cientos de personas que configuran el tejido gastronómico de Madrid” e hizo nuevamente hincapié en el hecho de que el Ayuntamiento madrileño confiase en él, “porque creyó que lo podía hacer bien más allá de donde haya nacido o haya dejado de nacer”.

Asimismo, aseguró que “la gastronomía en España es los suficientemente rica, potente y segura de sí misma como para salir e ir a cualquier parte del mundo con orgullo y con la cabeza bien alta”.

La ciudad de Madrid presentó esta noche en el Reino Unido sus luces de Navidad, en un acto de promoción de la capital de España que tuvo lugar en el célebre Victoria and Albert Museum de Londres y que contó con varias personalidades de la sociedad española y con un cóctel de Sergi Arola, quien también estaba presente en el acto.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Arola, como Gasol, son el ejemplo que debieran seguir todos aquellos catalanes que no sienten ningún complejo de no ser suficientemente catalanes. Lo son, son catalanes y no tienen que demostrarlo con chorradas y provincianismos.

saludos