21 de Noviembre de 2008 - 07:52:23 - Pío Moa
LA IZQUIERDA QUEMALIBROS.
Otras bibliotecas, como la del palacio de Zabálburu, en Madrid, fueron saqueadas, despojadas de decenas de libros de extraordinario valor.
Ello aparte, el Ministerio de Instrucción Pública, por orden de 2 de septiembre de 1937, mandó reducir a pasta de papel 300 toneladas de documentación archivística y veinte toneladas más de libros escritos por “elementos fascistas”. Entre otras muchas fechorías. Otros muchos fondos de archivo fueron quemados, como gran parte de los del Ministerio de Hacienda, según informe del encargado de la tarea: “Ya es sabido que los numerosísimos fondos que constituían este Archivo fueron, casi en su totalidad, quemados en el mes de diciembre pasado (de 1936), al necesitarse para servicios de guerra los sótanos en que estaban custodiados (…) El papel salvado (…) estima el informante que puede ser todo considerado como inútil” (En Mitos de la guerra civil)
Y cuando los socialistas volvieron al poder, en 1982, una de sus primeras medidas fue reducir nuevamente a pasta de papel los fondos de
Tiene gracia que los herederos y simpatizantes de esta gente finjan escandalizarse de que, después de la guerra, los falangistas quemasen en algunos lugares varios miles de libros "decadentes". Un hecho desde luego reprobable, el de aquellos falangistas, pero nada comparable, ni de lejos a las piras y arrasamientos organizados por las izquierdas, siempre tan “amantes de la cultura”.
Lo que nunca quemaría esta gente, amiga de la “memoria”, de Garzón y de los chekistas y enemiga de la historia, son obras maestras como El libro rojo del cole, al que tanta promoción dio doña Cristina, dedicado a “desdramatizar” entre los niños el puterío, la droga, la corrupción de menores y esas cosas que tanto molestan a los retrógrados.
Lo dicho: la cabra tira al monte.
---------------------------------
1 comentario:
Cristina Almeida muerde el polvo
http://www.youtube.com/watch?v=hrCwu_6h3lE
Publicar un comentario