JERUSALÉN, 4 May. (EUROPA PRESS) -
El 66 por ciento de los judíos israelíes apoyaría una acción militar contra Irán para destruir sus instalaciones nucleares, según un sondeo de Liga Antidifamación publicado hoy por el diario israelí 'Haaretz'. El 15 por ciento se mostró contrario a esta posibilidad y el 19 por ciento no supo o quiso contestar.
De entre quienes apoyan el ataque, la mayoría --el 75 por ciento-- mantendría su postura incluso si el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, lo rechazase, frente al 15 por ciento que la modificaría. En esta línea, una abrumadora mayoría de los judíos israelíes considera que las relaciones con Washington son fundamentales para garantizar la seguridad de Israel.
Así, un 60 por ciento de los encuestados afirmó que su actitud hacia Obama es "positiva" o "muy positiva", aunque sólo el 38 por ciento consideran que la actitud del inquilino de la Casa Blanca hacia Israel es amistosa. En una encuesta anterior, el 73 por ciento de los judíos israelíes valoró como amistosa la actitud del presidente George W. Bush hacia Israel.
El 63 por ciento considera que el acercamiento de Obama a los países árabes se hará a expensas de los intereses de Israel, aunque el 71 por ciento cree que los intereses de Estados Unidos y de Israel son "similares" o "complementarios".
El estudio, que cuenta con el apoyo del Centro de Estudios Estratégicos Begin-Sadat y de la Universidad Bar-Ilan, fue elaborado a partir de 610 entrevistas a miembros de una muestra representativa de judíos israelíes de más de 18 años.
El último estudio de población publicado el 27 de abril revela que 24,5 por ciento de la población israelí, excluidos los palestinos de Cisjordania y la Franja de Gaza, no se considera judía.
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ORIENTE PRÓXIMO
Las privilegiadas relaciones de Israel con Estados Unidos ya no son lo que eran con George W. Bush. Mientras Barack Obama se prepara para hablar con Irán sin esperar a que el nuevo Gobierno de Benyamin Netanyahu acabe de 'reexaminar' su política exterior, parece que el aliado de Tel Aviv se prepara para atacar Teherán.
El último indicio lo daba la revista francesa 'L'Express' al difundir que la aviación hebrea habría desarrollado recientemente ejercicios militares que han llegado hasta Gibraltar.
Unas maniobras, con prácticas de repostaje en vuelo incluidas, a 3.800 kilómetros de Israel -casi la distancia que hay hasta la frontera iraní-, que han sido interpretadas como la 'confirmación' de que hay 'planes concretos' para una ofensiva.
El supuesto entrenamiento operativo se conocía el mismo día en que el jefe del Estado judío, Shimon Peres, anunciaba que emprendía un viaje oficial a Washington, dentro del cual este lunes se entrevistará por primera vez con Obama en la Casa Blanca. En la agenda, temas como la ampliación de la cooperación estratégica entre ambos países, pero, ante todo, el asunto que Israel ha elevado a categoría de 'amenaza existencial' y que, de paso, ayuda a dejar en segundo plano el proceso de paz con los palestinos que Netanyahu rehúye: la nuclearización de Irán.
"Peres, que personalmente se opone a un ataque de Israel a Irán, dirá a Obama que Netanyahu es capaz de ordenarlo si llega a la conclusión de que los esfuerzos para detener la fabricación de la bomba por parte de Teherán han fracasado", aseguraba el diario 'Ma'ariv' israelí, sujeto, como toda la prensa del país, a la censura militar que obliga a callar todo lo que afecta a la seguridad nacional. Por eso era otro rotativo extranjero,'The Times' de Londres, el que hace dos semanas explicaba que Netanyahu tiene ya engrasado todo un operativo con cazas y aviones espía AWAC para lanzar un ataque masivo contra las instalaciones nucleares iraníes en el momento que obtuviera la aprobación gubernamental.
"No son sólo palabras"
"Israel quiere saber que sus fuerzas podrían golpear a Irán en cuestión de días, de horas, si recibieran luz verde. Se hacen preparativos en cada nivel de este supuesto. El mensaje a Irán es que la amenaza no son sólo palabras", señalaba al periódico británico un oficial militar anónimo. Entre tanto, Israel ha anunciado a la población que en otoño empezará a redistribuir entre las familias las máscaras de gas y, recientemente, ha enviado a cada hogar un plan de alerta en que se insta a los ciudadanos a localizar ya sus búnqueres más cercanos y se notifica el tiempo exacto de que dispondrían para ponerse a salvo en caso de ataque.
Si los mensajes sobre Irán son sólo un juego de disuasión para que el régimen de los ayatolás frene sus ambiciones atómicas o si son una advertencia real, está por ver. Las contradicciones abundan en el despiste. El ministro de Exteriores y principal puntal del Gobierno de Netanyahu, Avigdor Lieberman, descartó la semana pasada la posibilidad de una ofensiva tal, aunque ayer emprendió una primera gira por Europa, durante la que solicitará en Roma, Praga, París y Berlín un aumento de la presión sobre Teherán.
No serán encuentros fáciles, una vez que Bruselas parece haber decidido vincular su apoyo a esa petición israelí a los avances que Tel Aviv haga en el proceso de paz. De momento, dadas las reticencias de Netanyahu a comprometerse con la creación de un Estado palestino, voces en la UE han pedido congelar el estrechamiento de relaciones con Israel, que en respuesta amenaza con apartar a Europa del diálogo diplomático con Ramala.(Heraldo.es)
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