Ya conocen la polvareda que levantó el apoyo por parte de Celia Villalobos y Ana Pastor (por imperativo legal han justificado) a la admisión a trámite de la propuesta presentada por IU-ICV, que pide al Congreso de los Diputados que exprese una «queja formal» ante las declaraciones del Papa en su última visita a África cuando dijo que «no se puede superar el sida con la distribución de preservativos». Fueron los diputados comunistas Gaspar Llamazares y Juan Herrera, de IU-ICV, los que han presentado esa proposición no de ley para condenar las declaraciones del Papa sobre las propiedades del preservativo.
Tras publicarse que monseñor Rouco Varela habló con Bono para expresarle una queja formal por la iniciativa, el portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, hizo unas declaraciones en las que afirmaba que es «sorprendente que el Parlamento quiera juzgar al Papa». Estas declaraciones provocaron una reacción en cadena de los grupos minoritarios de la extrema izquierda en el Congreso, que aprovecharon de nuevo las declaraciones del portavoz de la Conferencia Episcopal para atacar a la Iglesia católica.
El comunista Juan Herrera lamentó la «reacción furibunda» de la Iglesia, Francisco Jonquera del BNG pidió a la Conferencia Episcopal que sea «más respetuosa» con el Parlamento. ¿Pero adivinan quién estaba en esta ocasión al lado de la izquierda radical anticatólica?. En la misma línea que comunistas y separatistas gallegos, Rosa Díez por UPyD justificó que el Parlamento tiene «el mismo derecho» que el Papa a expresar sus opiniones.
No es la primera vez que UPyD se suma a las propuestas de la extrema izquierda en contra de la religión católica. Rosa Díez votó a favor de la propuesta de Izquierda Unida de eliminar los signos religiosos (crucifijo y Biblia) en los actos de toma de posesión del nuevo gobierno. También avaló con su voto la propuesta del BNG de denunciar los acuerdos con la Santa Sede. Por lo que se ve Rosa Diez hace ascos a los separatistas según le conviene. Porque en este caso tomó además una posición activa. Además de votar favorablemente, Díez realizó una enmienda que fue aceptada por el laicista BNG. También realizó una segunda enmienda transaccional para que se equiparase en España a las organizaciones religiosas musulmanas con la Iglesia católica, que fue rechazada. Decía lo siguiente: “Extender la cooperación a las demás confesiones religiosas con el mismo trato que a la Iglesia católica en aplicación del principio de no discriminación y en respeto de los principios y derechos constitucionales”.
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El problema no es si el Parlamento tiene derecho a expresar sus opiniones. El problema es qué opiniones. ¿Qué pensaríamos del Parlamento español si hubiese declarado, en su momento, que las mamadas al Presidente Clinton eran divertidas o penosas? Yo pensaría que los diputados españoles son una cuadrilla de gilipollas. Pues bien, el Jefe de un Estado, el Papa, ha hecho unas declaraciones que siguen sus propias doctrinas, que no violan los derechos humanos y que, encima, han sido respaldadas (entre otros) por el catedrático de Harvard Edward Green, jefe de la investigación contra el SIDA.
Me parece muy mal que UPYD se sume a esta cuadrilla de resentidos anticatólicos que nunca han declarado algo, por ejemplo, contra el dictador Castro, la dictadura de Corea del Norte o se bajan los pantalones con el Islam.
Esperaba más sensatez por parte de Rosa Díez.
Sebastián Urbina.
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Publicado el 4 Mayo, 2009 (MD)
El cuerpo de un presunto homosexual fallecido recientemente fue profanado dos veces por unos individuos contrarios a que estuviese enterado en un cementerio musulmán en la localidad de Thies, 70 kilómetros al sur de Dakar, según varios medios de comunicación locales.
Según relatan estos medios, varias mezquitas de la localidad denegaron un entierro musulmán al fallecido, lo que obligó a sus familiares a inhumarlo discretamente en el cementerio de la ciudad.
Un grupo de personas desenterraron el cuerpo, que fue sepultado de nuevo en el mismo lugar con la ayuda de la Policía y el servicio de bomberos.
Más tarde, un grupo más numeroso de vecinos de la localidad volvieron a profanarlo, lo arrastraron y lo dejaron en las cercanías de la casa de su familia.
Al final, la familia optó por enterrar al fallecido en el domicilio.
La semana pasada, decenas de organizaciones musulmanas de Senegal organizaron una concentración para protestar por la liberación por el Tribunal de Apelación de Dakar de 9 homosexuales que habían sido condenados a 8 años de prisión por un tribunal de primera instancia.
El código penal senegalés considera la homosexualidad como un delito y prevé una pena de uno a cinco años de prisión.
Organizaciones nacionales e internacionales de defensa de los derechos humanos han pedido al Gobierno de Senegal que firme la Convención Internacional que proscribe la penalización de la homosexualidad.
“Nunca Senegal firmará esa convención de la vergüenza”, declaró recientemente el portavoz de la Cofradia Tidiane, Abdou Aziz Sy, una organización musulmana radical.
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Estamos a la espera de las declaraciones del Parlamento español.
1 comentario:
Es que a lo mejor resulta que esa "cuadrilla de resentidos anticatólicos" junto con UPyD son los únicos partidos que intentan que se cumpla la Constitución por lo que hace referencia a la aconfesionalidad del Estado.
Jimi.
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