Miércoles, 24-06-09
El conservadurismo sobre el modelo laboral español es inquietante. Una de esas materias que está bastante clara pero con líneas rojas no franqueables porque sí, porque eso no se toca, por pensamiento mágico. Les propongo algunas premisas.
Primera: el modelo laboral español es deficiente, el menos eficaz de la OCDE. Y lo es por los resultados, porque la realidad laboral española es mala, con la tasa de paro más alta del mundo desarrollado, simultánea a una de las tasas de población activa más bajas de Europa. Mal por ambos lados. Y así es desde hace muchas décadas, morfológico y no resultado de políticas gubernamentales. El sistema necesita reforma, revisión y todos deberían afanarse en ello, especialmente los que dicen preocuparse por los parados e inactivos.
Premisa 2ª: las reformas introducidas de los últimos 30 años, siempre con coste y sufrimiento, han producido resultados razonables, parciales y contradictorios. El Estatuto de los Trabajadores en 1977 y ahora el de autónomos y las cinco reformas de fondo, reformaron y actualizaron el modelo autoritario del régimen anterior. Decir que el modelo actual es el del franquismo solo acredita ignorancia. Pero queda mucho por limar, sobre todo a la vista de los resultados. Las reformas Almunia y Griñán introdujeron flexibilidad, incrementaron la base (más activos y ocupados) pero multiplicando la precariedad. Mejor un mal empleo que el paro, pero hay que aspirar a más.
Premisa 3ª: el modelo actual es homologable con los europeos, en algunos aspectos mejor y en otros muy mejorable. Pero los resultados no son satisfactorios.
Conclusión: sostener el actual modelo como está es defender mucho paro y precariedad. Y al gobierno le corresponde la iniciativa, tiene el deber de proponer en nombre del pueblo y no esperar que las partes propongan. (Fernando González Urbaneja/ABC)
No hay comentarios:
Publicar un comentario