Actualizado el 15/6/2009 - (LaNacion.es)

El ex consejero de Interior del Gobierno Vasco Javier Balza se enfrenta a un proceso judicial por las declaraciones de varios agentes de la Ertzaintza que han denunciado en las últimas semanas que recibieron órdenes políticas para frenar la persecución de los terroristas etarras.

El sindicato de funcionarios Manos Limpias ha presentado esta denuncia en los Juzgados de Vitoria para que se investiguen supuestos delitos de omisión de los deberes de impedir delitos o de promover su persecución, de encubrimiento, y de colaboración con banda armada.

La denuncia incorpora las declaraciones de varios suboficiales y agentes de la Policía vasca. "Hemos tenido las manos atadas durante muchos años, en todo lo que tocaba a la izquierda radical había una predisposición política claramente a no detener a todas esas personas", afirma uno de ellos.

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UN PAIS A LA DERIVA.

¿Alguien podía esperar algo diferente? Lo que se puede esperar de los nazionalistas es chantaje y deslealtad constitucional. De ahí la gravedad de gobernar con ellos. Esta es la grave situación que padecemos. Pero no podemos esperar que los políticos que nos han metido en este berenjenal nos vayan a sacar de él. De los nacionallistas no se puede esperar nada. Nada bueno. De momento, los socialistas que se atreven a abrir la boca para decir la verdad, están marginados. En el Partido Popular, las personas que, como María San Gil se habían destacado por su honestidad política y la defensa de los principios que se supone deben inspirar a los políticos populares, fue defenestrada.

En mi opinión, hay una minoría, tanto entre los socialistas como entre los populares que no están de acuerdo con esta fragmentación del Estado Español y la vía confederal en la que estamso inmersos. Vía Estatuto catalán, preferentemente. ¿Será suficiente que reaccionen, en el caso de que lo hagan?

Mientras esto sucede, si sucede, los ciudadanos debemos manifestar nuestras opiniones en público. La gente ya debe tener madurez suficiente para no sentirse afectada por los minusválidos políticos cuya máxima argumentación es bramar ¡facha, facha!

En un país democrático normal, ya estarían en la cárcel muchos políticos del PNV y mandos policiales. Pero este no es un país normal. Todavía hay gente encantada con la sonrisa y la demagogia de Zapatero. Pero creo que, a pesar del calor, ya se están enfriando muchas sonrisas. Y la cosa va a peor, lamentablemente. ¡Maldito Aznar!

Es hora de moverse. O de no quejarse más.

Sebastián Urbina.