Actualizado Lunes, 22-06-09 a las 12:21
El grupo municipal del PSN-PSOE ha sacado adelante, con los votos de la proetarra ANV y de Nafarroa Bai (14 en total frente a 13 de UPN), una moción de reprobación de la alcaldesa de Pamplona, la regionalista Yolanda Barcina, según la cual la reprobación será efectiva si en dos meses no destituye al jefe de la Policía Municipal, Simón Santamaría. La votación, que se ha producido esta mañana, debería haberse llevado a cabo el pasado viernes, pero los socialistas pidieron su aplazamiento minutos después de conocerse el asesinato del inspector de Policía Eduardo Antonio Puelles García a manos de ETA.
Apenas con un fin de semana de por medio, en el que precisamente el lendakari socialista Patxi López ha protagonizado el discurso más duro que se recuerda contra la banda en un alto cargo del socialismo vasco y con el que además ha intentado abrir una campaña de movilización social para aislar al mundo proetarra, los socialistas navarros en el Ayuntamiento pamplonés no parecen darse por enterados al votar en compañía de ANV.
Apenas con un fin de semana de por medio, en el que precisamente el lendakari socialista Patxi López ha protagonizado el discurso más duro que se recuerda contra la banda en un alto cargo del socialismo vasco y con el que además ha intentado abrir una campaña de movilización social para aislar al mundo proetarra, los socialistas navarros en el Ayuntamiento pamplonés no parecen darse por enterados al votar en compañía de ANV.
En medios regionalistas se apuntaba hace escasos minutos el «asombro» ante la constatación de que el PSOE navarro no haya seguido el nuevo rumbo contra la banda terrorista y sus acólitos que está intentando mostrar su partido, tanto en Madrid como en Ajuria Enea, con «el único fin de desgastar» a la que será en dos años la nueva candidata de UPN al Gobierno de Navarra.
También se apunta, según fuentes del UPN consultadas por ABC, que las hostilidades entre la regidora y presidenta del partido y el PSN se hacen ya tan evidentes que podría estallar el pacto puntual que mantienen en el Consistorio de la capital navara, donde Barcina gobierna en minoría (13 diputados, frente a los 14 que suman ANV, Nafarroa Bai y PSN). En concreto, peligra especialente el pacto presupuestario que UPN y PSN mantienen en Pamplona.
De hecho, las mismas fuentes indicaban como punta de lanza del viraje político que están tomando los socialistas pamploneses en las tres mociones presentadas para el pasado viernes, y que finalmente se están votando hoy. Mediante las dos mociones presentadas conjunatmente con NaBai, el PSN se suma a los dos objetuvos fuertes del entorno proetarra: el primero, pedir la «cabeza» de Simón Santamaría, que se ha dedicado a combatir con fuerza a todo el mundillo proetarra en la capital, y hombre de confianza de Barcina.
En esta primera cuestión, el PSN ya se ha puesto del lado de ANV esta mañana.
La segunda moción pasa por recuperar las barracas políticas que la propia Yolanda Barcina suprimió hace tres años y que, esta vez, llega al Ayuntamiento por petición expresa de la plataforma «Gora Iruña». Estas barracas eran una suerte de casetas instaladas en las fiestas de San Fermín y en las que el mundo proetarra recaudaba dinero para los llamados presos políticos de ETA y sus familiares. Eduardo Vall, del PSN, negaba la pasada semana que hubiese pactado «ni estas mociones ni ninguna» con el entorno radical, e incluso acusó a Barcina de «proyectar una imagen victimista», de mostrar una «falta de talante» y de esgrimir una estrategia «falsa e hipócrita», ante las acusaciones vertidas por el partido de la alcaldesa sobre la posibilidad de que votasen conjuntamente con ANV y NaBai, como así ha ocurrido finalmente.
En esta primera cuestión, el PSN ya se ha puesto del lado de ANV esta mañana.
La segunda moción pasa por recuperar las barracas políticas que la propia Yolanda Barcina suprimió hace tres años y que, esta vez, llega al Ayuntamiento por petición expresa de la plataforma «Gora Iruña». Estas barracas eran una suerte de casetas instaladas en las fiestas de San Fermín y en las que el mundo proetarra recaudaba dinero para los llamados presos políticos de ETA y sus familiares. Eduardo Vall, del PSN, negaba la pasada semana que hubiese pactado «ni estas mociones ni ninguna» con el entorno radical, e incluso acusó a Barcina de «proyectar una imagen victimista», de mostrar una «falta de talante» y de esgrimir una estrategia «falsa e hipócrita», ante las acusaciones vertidas por el partido de la alcaldesa sobre la posibilidad de que votasen conjuntamente con ANV y NaBai, como así ha ocurrido finalmente.
Acuerdos endebles entre UPN y PSNLos acuerdos a nivel municipal entre UPN y PSN están a punto de resquebrajarse. Tras las elecciones municipales de 2007, UPN quedó como la fuerza más votada, con 13 concejales, seguida de Nafarroa Bai, con 8, el PSN, con 4, y ANV, con 2. Así, el cambio en la Alcaldía sólo era posible con una unión de NaBai y PSN con los dos ediles proetarras. Algo a lo que es impensable que los socialistas accedan. Por tanto, en los dos años que van de legislatura, en el Ayuntamiento regionalistas y socialistas han acordado los presupuestos y diversas medidas. Aunque los choques de Barcina con el PSN no han cesado en momento alguno.
El otro frente de la batalla entre Barcina y el PSN se da a nivel del Gobierno regional. El PSN mantiene un acuerdo presupuestario con el Ejecutivo de UPN y CDN que lidera Miguel Sanz, que ha convocado a los informadores para dar una rueda de prensa esta misma mañana a la vista de los nuevos acontecimientos. Sin embargo, los choques entre la líder de UPN y los socialistas son el pan de cada día.
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