Revolución del 34 ( V I I )
Los paréntesis siempre son míos.
Javier Rodríguez Muñoz.
Se organiza una tremenda campaña contra la represión en Asturias. La dirige Fernando de Los Ríos, de él dice Largo con desdén: “Hombre de grandes fantasías e irreflexiones… siempre tuvo el prurito de aparecer como gran depositario de todos los secretos y conspiraciones”. Azaña en sus diarios lo trata de “inepto, puerilmente vanidoso, y de inteligencia escasa”.
Los relatos son tremebundos, se matan niños, se viola, se asesina, se tortura a miles de gentes. Siempre se habla de datos vagos, imposibles de verificar, se llaman Pérez, Díaz, etc., se habla de un viejo, de un cojo, de un tuberculoso, nunca se dan nombres verificables, nunca se concreta el pueblo donde sucede el hecho, se habla de moros con gumía (gran cuchillo curvo, no reglamentario, muy difícil de esconder, llevaban un magnífico cuchillo bayoneta modelo 1913 de más de medio metro de largo, muy adecuado para estos menesteres), con uniformes poco parecidos al reglamentario. “El texto principal es anónimo, quien se lo entregó a De los Ríos debía ser uno de tantos compañeros a quienes no le interesaba pasar a la historia”. J.S. Vidarte (capitoste del PSOE), El Bienio negro y la insurrección de Asturias, p.321.
Nadie puntualiza quienes fueron los asesinados a millares, a cientos o simplemente a decenas, mucho después de finalizados los combates. El 10-3-36 procesan, a López Ochoa y a otros, por la represión en Asturias (en el juicio nadie denuncia ninguna de las barbaridades, aquellas que habían pasado hacía un año apenas, choca tan mala memoria). G. Brenan, El laberinto español, p.309
Todo el mundo tenía listas de miles de represaliados, ante esto Barco Teruel (republicano) observa: “¿Cuántas denuncias de muertes ilegales… fueron presentadas a las autoridades, al Parlamento y a la prensa del Frente Popular cuando este gobernaba? (cosa en verdad curiosa si se tiene en cuenta que la izquierda tuvo en sus manos, desde febrero del 36, la posibilidad de realizar una información a fondo)… Yo me digo: si parece lógico que los pocos o muchos de tales sacrificados quedaran en el anónimo, no lo es tanto que ni uno solo de los nombres de los ilegalmente fusilados llegase nunca al conocimiento de nadie. Cuando se habla del número de asesinados por la represión, la izquierda dice un número o una simple expresión encarecedora (un mar de atrocidades), tan tremenda como indeterminada. Solamente figura desde hace medio siglo un solo nombre; Luis de Sirval. En los mítines, en la prensa, en toda la propaganda del Frente Popular, antes y después del triunfo electoral, nombre concreto solo aparece ése”. El Golpe socialista (octubre 1934), p.284.
Posteriormente si salieron, el 26-10-2001, los nombres de 24, en
Curiosamente tampoco da ningún nombre el comunista ruso Iliá Ehrenburg que vivió en España la revolución del 34, dice que vio los nombres de varios torturados y fusilados en
Fueron encarceladas unas 30.000 personas, muy pronto se redujo a la mitad, y a fin del año a unos 7.000. Tuñón de Lara, poco fascista él, admite que las cifras de la propaganda pueden incluir el total de presos de la época, la mitad de ellos comunes. 16-11-34. Proporcionalmente (la represión) inferior a la de
Los tormentos eran “inhumanos, nunca vistos, de brutalidad inconcebible”, no obstante “ni uno solo salió de esos martirios abatido en sus ideales”. Los hermanos Llaneza, destacados activistas, escribían a principios de enero: “Nos encontramos bien de salud, sobra, además, de alegría y una fuerte dosis de euforia… Tenemos todas las comodidades que se pueden adquirir dentro del régimen de prisión”. Otro rebelde, Juan Pablo García, recuerda que entre los presos “la moral es altísima, casi religiosa, medieval. Todo el mundo habla de la segunda vuelta, de la segunda revolución, que ahora si triunfaría”. (Es raro que con tanta tortura estuviesen tan bien y tan contentos). ”. J.S. Vidarte, El Bienio negro y la insurrección de Asturias, p.321.
Ninguno de los líderes encarcelados alegó torturas ni las denunció en otros, lo mismo Companys y sus consejeros que González Peña, T. Menéndez o Pérez Farras. A Santiago Carrillo su interrogatorio “casi le pareció versallesco”, Amaro del Rosal (parece el más torturado, mucho más que los curas de Turón desde luego), denunció “tortura moral… amenazas, palabrotas, insinuaciones… denuestos y gestos de agresión”. 1.934, el movimiento revolucionario de octubre, p.279.
Escribe A. Del Rosal (el súper torturado), uno de los lideres del golpe y él mismo encarcelado: “La cárcel de Madrid, aunque parezca paradójico, fue el centro de dirección política y organización más importante de
Otro torturado resultó ser Teodomiro Menéndez, dirigente socialista, a quien según Vidarte, “sometieron a tan bárbaras torturas que un día, cuando lo llevaban de nuevo a declarar, se arrojó de una ventana desde un quinto piso” (El Bienio negro y la insurrección de Asturias, p.330).
El intento de suicidio fue semanas después de los interrogatorios, días antes había declarado al Director del “Diario de Madrid” en perfecta salud: “Me encuentra usted así porque no soy como los otros. Todos se han preocupado de la fuga, de preparar la retirada, de tener listo el automóvil, el barco, el paso de la frontera, el hotel en el extranjero. Yo tengo que ser la víctima”. Menéndez había declarado no ser partidario de la revuelta. Cuando lo capturaron delató a González Peña, sus compañeros se lo recriminaron, tanto fue así que lo cambiaron de galería. Cuando se repuso negó haberse tirado al patio; se habría caído al sufrir un mareo. P.I. Taibo II, Asturias, 1934, V.II, p.154.
Largo Caballero fue declarado inocente (25-11-35). S. de Madariaga, España, p.364. Había estado antes en libertad atenuada por la enfermedad y muerte de su esposa.
Cuenta Vidarte: “El comandante Doval, torturaría si piedad, y también en balde, a los presos. “Aquellos bravos mineros se dejaban arrancar las uñas de los pies y de las manos -uno de los placeres favoritos de Doval-, quemar los ojos o los testículos, o soportaban que les colgasen de éstos pesos de varios quilos, hasta dilatárselos monstruosamente, antes de delatar a su jefe”. Estos fracasos habrían inspirado al coronel Aranda “una idea genial, ¡monstruosa! Mandó detener a centenares de mujeres –esposas e hijas de mineros- e hizo correr la voz, por la cuenca minera, de que si no se presentaban los guerrilleros... todas ellas serían entregadas a los legionarios y a los moros (se las tendrían que llevar a Melilla, pues moros y legionarios habían reembarcado el 16-11-34)”. El Bienio negro y la insurrección de Asturias, p.330,341-3.
En el archivo del Ayuntamiento de Mieres figuran estos dos documentos que resumo:
En enero del 35
Muertos a manos de los revolucionarios.- 19 (3 civiles y 16 religiosos). Se indica el lugar del fusilamiento.
En julio del 36 es una Junta del Frente Popular la que pide la misma relación de revolucionarios víctimas de la represión:
Expedientes incoados.- 19
Muertos.- 5 (*)
Inútiles.- 9
Mala salud.- 5
(*) Debían andar mal de muertos pues en la lista incluían a Jesús Argüelles (a Pichilatu), fusilado (muy bien fusilado) en Oviedo.
Pocos muertos parecen para ser Mieres la capital de la sedición, para llegar a los cuatro mil de
Y es raro que no salgan ninguno de los miles asesinados por Doval, ni ninguno con los testículos alargados, a lo mejor les daba vergüenza, todos sabemos lo grandones que somos los asturianos y esas cosas no las enseñamos, ¿Que iban a decir las mozas? Esta petición era para dar una jugosa indemnización a las familias, lógicamente tenía que haber una larguísima cola, las indemnizaciones prometidas eran suculentas.
Decía S. Serrano Poncela líder de las juventudes (socialista, sería delegado en
En las Cortes Gil Robles animó (30-10-35) al autor de uno de los informes más difundidos,: “Que tenga el señor Gordón Ordás ocasión de decir en esta Cámara, donde se le puede contradecir con hechos y pruebas, lo que él pretende llevar en labor de simple agitación… este Gobierno es el primer ejemplo que creo que se da en la política española… de haber abierto con amplitud jamás conocida el cauce a una investigación judicial o parlamentaria” (en alusión a la negativa de Azaña a una comisión parlamentaria por los catorce asesinatos de Casas Viejas por su policía. Gordón rehusó plantear un debate, diciendo que él no iba a tratar el asunto), “Si yo puedo hablar algún día lo haré desde el poder”, ninguno de los socialistas ni los republicanos de izquierda recogieron la invitación. Diario de Sesiones.
La ocasión le llegó al señor Ordás cuatro meses después, al ganar las elecciones la izquierda, en febrero del 36, tras una campaña basada en los crímenes de Asturias. Sin embargo nadie de la izquierda propuso el debate que nunca se hizo, a pesar de la insistencia de Gil Robles.
Ante la persistente insistencia de la derecha para que se investigase la casi inexistente represión, por la que habían perdido las elecciones y la resistencia de las izquierdas a hacerlo, por fin se nombró (18-3-36) la ponencia investigadora, L´humanitat, 19-3-36: La presidiría Matilde de
Verificar los crímenes habría sido un éxito indudable para el Frente Popular, además tendría que haber miles, cientos o al menos decenas de víctimas de la represión exigiendo las generosas reparaciones prometidas en campaña electoral, de ser ciertos los asesinatos, saqueos y torturas masivos. No emprendió su tarea, nunca más se supo de ella.
Contesta (16-6-36) a
Ya habían asesinado los socialistas a Calvo Sotelo, el Gobierno del Frente Popular rehusaba llevar el caso de la represión al Parlamento como pretendía la derecha. Gil Robles les apostrofaba (15-7-36): “Cuando al obrero no le dais pan… lo que hacéis es darle unos cuantos latiguillos sobre octubre… Ya es ciertamente un poco extraño que llevando estas Cortes varios meses reunidas y habiendo sido motivo principal de propaganda de los partidos del Frente Popular la exigencia de responsabilidades por la represión de octubre, no hayáis tomado todavía ninguna determinación… Decía el señor Prieto que hay que medir las responsabilidades de cada uno. Yo tengo ganas de que se hable de todos y también de las responsabilidades del señor Prieto y de todos aquellos que prepararon el movimiento revolucionario y desencadenaron la catástrofe sobre España”. Diario de Sesiones.
Me temo que don Javier esté intentando engañar, lo hace a menudo, protegido por la por la muy seria censura de su periódico
Francisco Alamán Castro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario