DESCONFÍE DE LAS SOLUCIONES SIMPLES.
"Ser
de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el
hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la Hemiplejía
moral"
José Ortega y Gasset.
Hemiplejia:
Parálisis de todo un lado del cuerpo por
diversas lesiones en los centros motores.
NO PERMITA QUE LE CUENTEN UN CUENTO DE
BUENOS Y MALOS.
Ortega se refiere a que se le puede
paralizar ‘la derecha’ o se le puede paralizar ‘la izquierda’. Tendrá una visión
sectaria en cualquier caso. Si le
quieren ‘vender’ un discurso de ‘derecha-izquierda’ es que le tratan como si
fuera un simplón. Es como si la enorme complejidad de la realidad política se
pudiera resumir en dos palabras mágicas: ‘derecha e izquierda’. Dos lugares, claros, bien definidos, inconfundibles.
El colmo de la estupidez es cuando usted
cree, no solamente que el mundo se divide en una u otra de estas (difusas, por
otra parte) opciones políticas sino que, además, cree que una de ellas es ‘la buena’ y la
otra es ‘la mala’. Como en las películas de ‘buenos’ y ‘malos’.
Esto no significa negar que haya
tendencias. Pero es mejor prescindir de esta dicotomía tan gastada, de
blanco-negro, y tan cargada de prejuicios. Es mejor hablar de personas que
apoyan una mayor intervención del Estado en la vida social, política y
económica y de otras que apoyan una menor intervención del Estado. Creo que es
una distinción menos mala, aunque no
resuelva todos los problemas. No hay soluciones mágicas. No hay bola de cristal. Si quiere ser un ciudadano libre y responsable tendrá que pensar por sí mismo. Si fuera progre diría 'ciudadanos y ciudadanas'.
Por otra parte, siempre conviene preguntar a
un pesado de ‘derecha-izquierdas’, ¿por qué este planteamiento, o esta solución,
es de derechas o de izquierdas? Y analice las razones.
En última instancia, o usted piensa por usted mismo, o bien, otros pensarán por usted. Cosa distinta es que una persona
responsable se deba informar adecuadamente antes de opinar sobre algo. En otro
caso, se comporta como una oveja del rebaño. Del que sea.
Sebastián Urbina.
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Sebastián Urbina.
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VALORES DE DERECHA Y DE IZQUIERDA.
Es un lugar común distinguir entre ‘derecha’ e ‘izquierda’. Pero ¿qué significa ser ‘de derechas’ o ser ‘de izquierdas’? Definiciones hay muchas, aunque, tal vez, la que utiliza la mayoría de ciudadanos es la que asigna a partidos de izquierda
la defensa de valores como la igualdad de oportunidades, la tolerancia,
la participación, la justicia social, un Estado garantista y protector,
etcétera; y a partidos de derecha,
principios como el del mérito, el trabajo, la confianza en la economía
de mercado, la apuesta por un Estado mínimo y poco regulador, una
autoridad fuerte, etcétera.
Sería
preocupante que la mayoría de los ciudadanos creyera, en serio, que los
partidos de izquierda y de derecha responden a estos parámetros.
Veámoslo más de cerca.
Por
ejemplo, se dice que la izquierda defiende la igualdad de
oportunidades. ¿Quiere decirse que la derecha no la defiende? Ya no se
trata de opiniones a favor o en contra. Es que, como cuestión de hecho,
los partidos de derecha defienden la igualdad de oportunidades, al menos
como los partidos de izquierda. Parece, por tanto, que deberíamos
eliminar este criterio (supuestamente diferenciador entre derecha e
izquierda), el de ‘igualdad de oportunidades’.
Incluso
podríamos poner algunos ejemplos. La actual enseñanza, de pésima
calidad, no ayuda a la igualdad de oportunidades. Los hijos de familias
de clase media baja y baja, tenían (cuando la enseñanza pública era de
mayor calidad) la oportunidad de mejorar social y económicamente. La LOGSE
es, en gran medida responsable, de este deterioro, y es obra de la
izquierda. O sea, ha perjudicado, aunque por vía indirecta, la igualdad
de oportunidades.
Podría
decirse que uno de los ideales de la izquierda es, más que la igualdad
de oportunidades, la igualdad de resultados. Este tipo de igualdad,
aplicado a la enseñanza ha tenido, y tiene, nefastos efectos. Es cierto
que ha igualado el nivel estudiantil. Pero lo ha igualado a la baja. Y los informes PISA de educación, nos sitúan en los últimos lugares de Europa en calidad educativa.
Otro
valor de la izquierda sería la ‘tolerancia’. Hay que tener grandes
tragaderas para creer que la izquierda monopoliza la tolerancia, o el
valor de la tolerancia. También como cuestión de hecho, es falso. De
todos modos, primero habría que aclarar qué se entiende por tolerancia.
Pongamos un ejemplo. Gracias, otra vez, a la LOGSE
y a la ideología de izquierdas, se ha minado la autoridad de los
profesores. ¿Supone esto más tolerancia? Las aulas son, ahora, más
conflictivas y ruidosas. Los profesores tienen más bajas laborales por
depresión. Y los buenos estudiantes tienen más dificultades para
estudiar y aprovechar el tiempo.
¿Tal
vez se refieren, por ‘tolerancia’, a que han legislado a favor del
matrimonio homosexual? Pero una cosa es la tolerancia y otra la
demagogia. Solamente tres o cuatro países en el mundo aceptan el
matrimonio entre personas del mismo sexo. ¿Qué dice la derecha
represora? En general, apuesta por las ‘uniones civiles’. Las personas
del mismo sexo que quieran convivir pueden hacerlo y, además, acceder a
los mismos derechos que los cónyuges de un matrimonio. Pero no son un
matrimonio. No manipulemos el lenguaje.
Desde la noche de los tiempos, el matrimonio se refiere a la unión
entre hombre y mujer. ¿Es tolerancia despreciar el significado de las
palabras?
‘Cuando las palabras pierden su significado, la gente pierde su libertad’. Confucio.
La
‘participación’ sería otro valor típico de la izquierda. Por tanto, la
exclusión y el silencio serían típicos de la derecha. ¿A quién pretenden
engañar con estas falsedades? Hay que ser un sectario de izquierdas
para tragar estas simplezas demagógicas. ¿Quieren decir que cuando la
derecha gana las elecciones se termina la participación de los
ciudadanos y que se retoma al ganar la izquierda? Hay que tener
tragaderas muy grandes.
¿Se
acuerdan del antidemocrático Pacto de Tinell? ¿Y del ‘cordón
sanitario’? Son ejemplos de cómo entiende la izquierda (y sus amigos
nacionalistas) la participación. ¿Cómo se puede hablar de
‘participación’ como un valor de la izquierda, cuando han tratado de
excluir de las instituciones democráticas al principal partido de la
oposición?
Por cierto, recordemos que el reconocimiento del voto a las mujeres, durante la II República española, fue obra de la derecha. No de la izquierda. Como lo oyen. Eso es participación.
Otro
valor de la izquierda sería ‘la justicia social’. Recordemos la
propaganda del partido socialista durante la época felipista. Sacaron a
relucir el amenazante doberman, y dijeron que si ganaba la derecha
quitarían las pensiones a los jubilados. Por supuesto, todo era mentira.
Tanta mentira nos obliga a recordar que Prusia fue el primer país en
crear un sistema público de pensiones, llamado de reparto. De la mano de
Bismarck, el llamado Canciller de Hierro (1815-1898). Tampoco fue la
izquierda.
Como dice M. Rojas, en ‘Reinventar el Estado del Bienestar’, Suecia
ha sido un modelo para los socialdemócratas. Pero ha sido este país el
que ha puesto de manifiesto las debilidades de este modelo cuando se
sobrepasan ciertos límites. Suecia ha iniciado, a partir de la profunda
crisis de los años 90, la búsqueda intensa de un Estado del Bienestar
más viable. M. Rojas cuenta cómo Suecia ha pasado del Estado benefactor
al Estado posibilitador, con gran éxito.
Con
otras palabras, frente al Estado Benefactor, dispuesto a controlarlo
todo y a decidirlo todo desde la cuna a la tumba, típico de la
izquierda, se ha impuesto el Estado Posibilitador. Éste se entiende como
un complemento (para la justicia social) del vigor de la sociedad
civil. De la creatividad y la dinamicidad de la economía de mercado.
Pero no se trata de un Estado mínimo y desregulador. Aunque es la
propaganda de la izquierda contra la derecha.
O
sea, que el Estado del Bienestar, en manos de la izquierda, entró en un
callejón sin salida por no controlar el gasto público, ni las
prestaciones sociales. Eso sí, las intenciones eran buenas.
En fin ¿cuáles son los valores típicos de la izquierda?
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