. La política arriólica de no hacer nada porque el
tiempo arregla todas las cosas le está pasando una gravosa factura a
Mariano Rajoy Oriol Junqueras y su su lacayo Arturo Mas le han lanzado el
órdago del referéndum secesionista. Bildu se ha encampanado y respalda
abiertamente el enaltecimiento del terrorismo etarra en el País Vasco y
en Navarra. Y peperos ilustres como Santiago Abascal y José Antonio
Ortega Lara anuncian la creación de un nuevo partido que supla las
inhibiciones y las deficiencias del Partido Popular.
Ortega Lara fustiga la partitocracia, denuncia el escándalo del reparto
del Poder judicial y propugna la disminución de los impuestos. Son
muchos los españoles que piensan como él y que han instalado a los
partidos políticos en el tercero de los diez grandes problemas que
agobian a los españoles. La última Encuesta Social Europea sitúa a la
clase política española en el nivel más bajo con una puntuación de 1’9
sobre 10. Una vergüenza para nuestros políticos.
A Mariano Rajoy le crecen los gigantes en Cataluña, en el País Vasco y
ahora en el interior del PP. ¿Qué probabilidades de éxito tienen Ortega
Lara y Abascal con el nuevo partido que ponen en marcha? Muy escasas, la
verdad, puesto que el sistema está sólidamente articulado sobre una
financiación abrumadora, a costa del erario público que paga directa o
indirectamente el 90% de lo que gastan PP y PSOE.
Lo que sí puede hacer el nuevo partido es erosionar al PP y privarle de
mayoría de gobierno en algunas Autonomías y municipios, al margen de
lesionarle en las europeas. Y la verdad es que eso resultaría negativo
porque la alternativa en estos momentos al PP no es el nuevo partido ni
tampoco el PSOE sino un Frente Popular ampliado. Por eso, aún desde la
simpatía, conviene contemplar con reserva la nueva operación política
que se ha puesto en marcha.
(Luis María Ansón/El Imparcial)
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